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Fuente: Movimento Democrático de Mulheres
MDM condena la actitud arbitraria y arrogante del Reino de Marruecos sobre la vicepresidenta del Parlamento Panafricano, impidiendole participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
El Movimiento de Mujeres Democráticas (MDM) denuncia y condena la expulsión forzada y arbitraria de la vicepresidenta del Parlamento Panafricano Suelma Beiruk, también dirigente de la Unión de Mujeres Saharauis por las autoridades marroquíes, del aeropuerto de Marrakech, donde participaría en la Cumbre sobre el Cambio climático, hacia a Argelia.
Suelma Beiruk, vicepresidente del Parlamento Panafricano, se trasladó a Marruecos para participar en la Cumbre del Clima en Marrakech del 7-18 del mes en curso, patrocinado por las Naciones Unidas, cuando las autoridades marroquíes la obligaron a salir del aeropuerto de Marrakech, la metieron en un vuelo a Casablanca donde permaneció horas hasta que se vio obligado de nuevo para tomar otro vuelo a Orán en Argelia.
Suelma Beiruk visitó Portugal por invitación del MDM en marzo de 2016 y participó en diversas iniciativas conmemorativas del Día Internacional de la Mujer. Fue recibida por algunos alcaldes, diversas entidades y por todos los grupos parlamentarios de la Asamblea Nacional que le expresaron su reconocimiento y solidaridad. Suelma Beiruk es una diplomática que lucha por la dignidadde las mujeres africanas, por la dignidad de un pueblo que anhela ser libre y cuya libertad y estado fueron abusivamente despreciados.
El MDM no puede callar este acto de violación flagrante de los derechos humanos y la total indiferencia por las normas y tratados internacionales y diplomáticos por parte del Reino de Marruecos, que significa una vez más la soberbia, el autoritarismo y el desprecio con el que Marruecos se enfrenta a las mujeres y al pueblo saharaui desde hace décadas lucha por la libre determinación y la independencia, y que es reconocido como un pueblo por decenas de países de las Naciones Unidas.
El MDM expresa su solidaridad con Suelma Beiruk en su lucha por la paz y los derechos de las mujeres en el mundo y hace un llamamiento a los gobiernos internacionales y autoridades portuguesas para que intercedan ante el Reino de Marruecos, obligándolo a cumplir las resoluciones de la ONU que reconocen el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación, la creación de las condiciones para el ejercicio de la consulta, exigiendo la liberación de los presos políticos y la vigilancia que se impone sobre todas las formas de represión ejercidas por las fuerzas de ocupación marroquíes en las mujeres, niños y el pueblo del Sahara occidental.