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“De tener que conceder el premio Mandela a alguien, este sería para el saharaui Sidi Mohamed Daddach, el segundo preso político que más tiempo estuvo en prisión en África: 25 años en las cárceles de Marruecos (1976-2001), casi tantos como los 27 años que estuvo Nelson Mandela “, señala Sofía Díaz.
Compostela, el 19 de enero de 2017. “Resulta indigno, que en pleno siglo XXI, se puede otorgar un premio de la paz, con el nombre de un revolucionario africano, a el rey de Marruecos”, denuncia Sofía Díaz, responsable de Políticas Sociales de Esquerda Unida, al tener conocimiento de la concesión a Mohamed VI del Premio Mandela de la Paz 2016, concedido por el Instituto Mandela de la Universidad de Burdeos, que se define en su página web como “un grupo de reflexión para promover la igualdad de oportunidades, favorables a la economía de mercado, la solidaridad internacional y la unidad africana “.
“El Instituto Mandela no es más que un think tank, un grupo de presión que camufla sus espurios intereses, como las políticas de libre mercado que tanto daño hacen a África, haciendo un uso perverso del simbolismo de Mandela. Aprovecharse del nombre de Mandela para otorgar un premio a quien promueve el Apartheid saharaui, es una canallada”.
Según Sofía Díaz, “el instituto no es más que un grupo de presión pro-marroquí que hace proselitismo a favor del rey de Marruecos, que le concede un premio que es una agresión a la causa saharaui, así como un insulto a los gobiernos de pueblos libres “. Además, “es indignante que esta información se recoja en la prensa manipuladora y panfletaria de Marruecos, y que llegue a una opinión pública que es víctima constante de la desinformación que se ofrece por parte del gobierno.”
“De tener que conceder el premio Mandela a alguien, este sería para el saharaui Sidi Mohamed Daddach, el segundo preso político que más tiempo estuvo en prisión en África: 25 años en las cárceles de Marruecos (1976-2001), casi tantos como los 27 años que estuvo Nelson Mandela. Es por eso que, de tener este galardón y no ser más que un instrumento de lobby marroquí, debería haber ido al Mandela Saharaui, que continúa con su lucha pacífica en El Aaiún ocupado y que, a día de hoy, sigue siendo vigilado por la policía marroquí “, concluye Díaz.
Por último, desde Esquerda Unida, resaltamos la importancia de seguir denunciando las acciones antidemocráticas de Marruecos, su constante violación de los derechos humanos y el intento de silenciar e invisibilizar la situación de extrema gravedad que en la que se encuentra el Sahara Occidental desde los medios de comunicación más afines.
Gabinete de prensa de Izquierda Unida