La eurodiputada de Izquierda Unida Paloma López ha enviado este lunes junto al resto de la mesa del Intergupo de la Eurocámara sobre el Sáhara Occidental una carta al comisario de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides, en la que exigen a la UE que asuma su “responsabilidad histórica” con el pueblo saharaui y desbloquee y aumente el envío de fondos a los campamentos de refugiados de Tindouf.
La misiva, en nombre del Intergrupo, está firmada por Jytte Guteland (Suecia, S&D), presidenta, y los vicepresidentes Paloma López (España, GUE/NGL), Ivo Vajgl (Eslovenia, ALDE), Bodil Valero (Suecia, Verts/ALE) y Fabio Massino Castaldo (Italia, EFDD). En ella explican que la situación es tan grave que el pasado mes de mayo el Programa Mundial de Alimentos se vio obligado “a reducir un 20% la asistencia alimentaria” y alertó de que eran necesarios de forma urgente “7,9 millones de dólares para poder asegurar el reparto de alimentos básicos entre los refugiados saharauis durante los próximos seis meses”.
La escasez afecta toda vía más a los productos frescos, que se han visto reducidos un 70%, así como a los “suplementos alimentarios para los miles de mujeres y niños que sufren malnutrición o anemia”.
En este contexto, los eurodiputados apelan a la “responsabilidad histórica de la UE con las crisis humanitarias en su vecindad” y a la resolución sobre el conflicto del Sáhara Occidental de Naciones Unidas. Una responsabilidad que, según la Media Luna Roja, no está asumiendo puesto que “en 2016 se redujo la contribución a los campamentos de Tindouf a nueve millones de dólares”, mientras que los fondos comprometidos para 2017 aún están pendientes.
“Le hacemos este llamamiento para asegurar que las contribuciones de la UE para 2017 son liberadas de inmediato y para que se revisen al alza los niveles de ayuda humanitaria a los refugiados saharauis, al menos a los niveles históricos”, señalan. Sólo así “la UE estará respondiendo al llamado de la comunidad internacional” para apoyar a los refugiados saharauis hasta que pueda alcanzarse “una solución duradera que ponga fin a 40 años de exilio”, mediante el ejercicio del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.