Comentábamos en la primera parte del artículo (Ver La Razón: http://larazon.pe/62734-suenan-tambores-de-guerra-en-africa-del-norte-i.html) que el feudal rey marroquí, Mohamed VI, se encuentra colocando en vilo la paz por su obstruccionismo de lograr un acuerdo con la ONU y con los saharauis. Es más, está –ante la pasividad internacional- asumiendo posiciones cada vez más agresivas, como por ejemplo:
Octavo, reforzando aún más el muro militar más grande del mundo –que separa el Sáhara Occidental en dos- que si bien está resguardado por más de 120 mil soldados y cientos de vehículos blindados, ha desplegado ingente baterías de misiles y asimismo en ciudades saharauis y alrededor de Bucraa, en donde se encuentran las reservas de fosfatos más grandes del mundo.
La brutal invasión marroquí al Sáhara Occidental, que condenó a 200 mil saharauis a vivir en los campamentos de refugiados de Tinduf va a cumplir en el 2015, 40 años. La paciencia se está agotando en los jóvenes saharauis que reiteramos desean ir a la guerra. El Frente Polisario ha indicado que dispone de “armas, hombres y voluntad suficientes” para ir a una guerra que el pueblo saharaui reclama masivamente, y todo por el “silencio, la complicidad y la indiferencia” de la comunidad internacional.
El statu quo es inadmisible y Marruecos debe acatar se realice el referendo de autodeterminación y cesar toda agresión a la indefensa población saharaui. La ONU debe aplicar ya el Capítulo VII de su Carta para enfrentar “toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresión por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”. Si no lo hace ¿esperará una matanza de los marroquíes contra los saharauis, como sucedió en Camboya, Ruanda o Bosnia para actuar?