Fuente: WSRW
Un documento filtrado por un hacker marroquí evidencia que la ex comisaria de pesca de la Unión Europea, Maria Damanaki, no quiso que se renovara el acuerdo de pesca entre UE y Marruecos, debido a las violaciones de derechos humanos en el Sahara Occidental. Sin embargo, fue presuntamente presionada por el presidente de la comisión europea, José Manuel Barroso.
La cuenta de twitter de @chris_coleman24 sigue filtrando documentos oficiales marroquíes. El 2 de diciembre, publicó una correspondencia de Edward Gabriel, con fecha 10 de mayo de 2010, con destino al más alto nivel del gobierno marroquí, describiendo en ella una conversación de uno de los aliados de Gabriel con Carmen Fraga Estévez, la entonces presidenta de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo.
Edward Gabriel, anterior embajador de Estados Unidos en Marruecos, dirige una empresa lobby con sede en Washington que tiene a Marruecos como cliente desde 2002. Según los registros archivados bajo la agencia estadounidense FARA (Foreign Agent Registration Act), se pagó a la empresa de Gabriel más de 3,7 millones de dólares solamente con la finalidad de fomentar y potenciar la agenda marroquí en EEUU.
En el momento de dicha correspondencia, la Comisión Europea había presentado al Parlamento Europeo la propuesta de extender por un año el acuerdo de pesca entre UE y Marruecos. En la conversación filtrada, se cita a Carmen Fraga admitiendo que esto es «lo máximo que se puede conseguir» porque «es muy improbable que haya una revisión del acuerdo de pesca con Marruecos». Se cree que Fraga aducía varias razones de esa improbabilidad. Una de ellas, que la comisaria de pesca, Maria Damanaki, «no está por la labor de un nuevo acuerdo de pesca con Marruecos».
«La señora Fraga me dijo que el presidente de la Comisión [José Manuel Barroso] presionó a Damanaki para que prolongara el Protocolo de pesca un año; la comisaria alega violaciones de derechos humanos por parte del gobierno marroquí», describe la correspondencia filtrada.
Supuestamente, Carmen Fraga «continuó diciendo que el portavoz del grupo parlamentario liberal (ALDE), el señor Haglund, no está a favor de la extensión del Protocolo, y que la comisaria Damanaki tampoco ayuda. No obstante, la señora Fraga espera un poco de presión por parte del presidente de la Comisión, y cree que puede mobilizarse a una pequeña mayoría a favor de prolongar el Protocolo de pesca». Además, Carmen Fraga supuestamente dio consejos al informante de Gabriel sobre cómo hacer lobby, explicando sobre qué grupos podía tratar de presionar.
Es igualmente destacable lo convencida que parecía Carmen Fraga, según la fuente anónima de Gabriel, en cuanto a la posición marroquí en el Sahara Occidental. «Algunos adversarios suyos [de Fraga] declaran que Marruecos no está respetando los derechos humanos de la población sahariana ni que los beneficia económicamente. La señora Fraga no cree este argumento. Ella acepta la posición del gobierno marroquí de que todo aquel que vive en el Sahara Occidental pertenece a la población sahariana. El gobierno marroquí puede demostrar que invierte mucho de su dinero en mejoras en los puestos del Sahara Occidental, además del dinero de la UE», continúa la conversación filtrada.
Esa «demostración» de inversión no era más que una presentación en powerpoint, en la que Marruecos presentaba sus planes de reformar su sector pesquero, y la cual fue insistentemente presentada una y otra vez por la Comisión Europea en 2010. Sin embargo, la Comisión no había solicitado una presentación de sus planes a Marruecos, sino más bien un documento detallado que demostrara inequívocamente de qué forma se benefician los saharauis del acuerdo de pesca UE-Marruecos.
La petición de la Comisión fue otro ejemplo de esta grave malinterpretación de la Opinión Legal de la ONU sobre las actividades económicas en el Sahara Occidental, la cual concluye que dichas actividades deben respetar los deseos y los intereses del pueblo saharaui. La comisión, escogiendo ignorar el derecho de autodeterminación de los saharauis, escogía dar prioridad únicamente a los potenciales beneficios de la pesca. Lo que es más, la Comisión consideró apropiado pedir a Marruecos, la potencia ocupante, un informe que demostrara cómo su robo de los recursos saharauis realmente beneficia a este pueblo. Una práctica que fue tumbada por el autor de la Opinión Legal de la ONU, el embajador Hans Corell, por ser otro uso incorrecto de su trabajo.
Sin embargo, Marruecos, ofendido porque tuvo que demostrar cómo invierte el dinero de la UE en sus «provincias del sur», no presentó dicha documentación durante largo tiempo. Después de repetidas solicitudes por parte de la Comisión Europea, el 13 de diciembre de 2010 Marruecos finalmente produjo una presentación powerpoint (de 44 páginas) que ni siquiera daba respuesta a la cuestión original. En su lugar, daba información general sobre planes de desarrollo portuario tanto en Marruecos como en el Sahara Occidental, territorios que no distinguía entre sí.
Recuérdese que en diciembre de 2011 el Parlamento Europeo rechazó la extensión por un año del acuerdo de pesca UE-Marruecos.
WSRW no ha consultado a las personas citadas en esta filtración.