Fuente: El Correo Gallego
Salamu Cheig se matriculó en el CPI de Dices en 2007 //Venció barreras culturales y las del idioma // Cambiaría el galardón por traer a su madre del campo de refugiados
Pisó tierra gallega por primera vez en 2005, a través del programa Vacaciones en Paz, que permitía a niños saharaius de los campamentos de refugiados del Sahara disfrutar de dos meses de verano aquí. Él recaló en Rois, donde una familia de acogida –la de Inma Bouzas– le brindó –y le sigue brindando– todo el apoyo. Volvió para quedarse en 2007 con Inma Bouzas. Se llama Salamu Cheig, hoy tiene 17 años, estudia 1º de Bachillerato en Padrón y acaba de recibir de la Consellería de Educación el premio al esfuerzo y a la superación personal, correspondiente al curso 2013-2014. A lo largo de estos años, Salamu no sólo ha logrado vencer las barreras idiomáticas, sino también las culturales y sociales, sin olvidar nunca sus raíces. Hoy, este joven está perfectamente integrado en Rois. En su fuero interno mantiene un sueño: poder traer a su madre Abrakum y mostrarle que el sacrificio que ella hizo ha merecido la pena.
Y es que fue ella, su madre, la que lo motivó a venir, para que se formara, estudiara y se labrase un buen futuro. Él era sólo un niño, el más pequeño de siete hermanos. Tiene otra hermana que, como él, se ha formado en Cádiz (estudia Farmacia), y otros tres están en los campamentos de refugiados y dos en el Sahara Occidental.