El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero con su participación en el Foro Crans Montana en la ciudad de Dajla se ha convertido en cómplice de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental y demuestra estar al servicio del rey Mohamed VI.
El expresidente del Gobierno español acude a la sesión anual del suizo Foro Crans Montana, al que han intentado llevar a jefes de Estado y de Gobierno y representantes de instituciones financieras y organizaciones empresariales internacionales. Con la celebración del Foro, que se supone trabaja por la paz y los derechos humanos, en la ciudad saharaui de Dajla el régimen marroquí quiere dar legalidad internacional a la ocupación del Sáhara Occidental, Territorio No Autónomo pendiente de descolonización según la ONU.
Por lo que supone celebrar el Foro en la ciudad ocupada de Dajla, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana acordaron en enero su boicot e instaron a Crans Montana a cancelar la reunión por constituir una grave violación de la Ley Internacional. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ordenó a los funcionarios de este organismo y a sus instituciones no participar en el Foro, lo que también decidieron la Unión Europea, la UNESCO, la Comisión Económica Social y Cultural de África, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) y el Parlamento Panafricano, entre otros, como los gobiernos de Suiza o Gran Bretaña.
Ante estas ausencias, el señor Rodríguez Zapatero acude a auxiliar a Mohamed VI, como ya lo hizo en noviembre del pasado año cuando fue al II Foro Mundial de Derechos Humanos en Marrakech, organizado allí para tapar las violaciones cometidas por el estado marroquí, y del que se descolgaron destacados líderes mundiales como Ban Ki-moon.
En aquella ocasión el expresidente socialista habló del deseo de libertad de las personas, de los derechos humanos, y citó casos de México, Nigeria e Irak, pero no tuvo ni una palabra para los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes, ni sobre las constantes violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, tal y como han denunciado reiteradamente Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el Centro Robert F. Kennedy.
El expresidente Rodríguez Zapatero, el mismo que cuando llegó a la Presidencia del Gobierno intentó buscar una falsa solución al conflicto del Sahara en complicidad con Marruecos y a espaldas del Pueblo Saharaui, el mismo que colaboró con el Gobierno marroquí en la expulsión de Aminetu Haidar de El Aaiún e intentó desbaratar la huelga de hambre que mantuvo en el aeropuerto de Lanzarote durante dos meses, hasta que consiguió volver a su patria gracias a la intervención de otros países, el mismo que dio credibilidad, a través de su Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la versión marroquí sobre la masacre ocurrida en 2010 en el campamento de la Dignidad, Gdeim Izik
Acude ahora a la ciudad de Dajla, ocupada desde hace días por más de 8.000 soldados, gendarmes y policías para impedir las protestas de la población saharaui, a respaldar las pretensiones del rey marroquí de “legalizar” ante el mundo la ocupación de la tierra de los y las saharauis.
Con el viaje del expresidente socialista, en el año del 40 aniversario de la “Marcha Verde” y de la vergonzosa entrega del Sáhara Occidental a Marruecos, se consuma la traición socialista al pueblo saharaui que inició Felipe González, otro valedor del régimen marroquí, después de olvidar que en noviembre de 1976 se comprometió con la Historia, en nombre de su partido, a estar junto al Pueblo Saharaui hasta la victoria final.
Madrid, 12 de marzo de 2015