Abril saharaui: Rajoy se olvidó de la palabra dada, de los Derechos Humanos, y dio la razón a Quevedo

sahara10

Por Alfonso Lafarga / El Espía Digital

En las más de 450 palabras con las que el Gobierno de España informa en la página lamoncloa.gob.es sobre su voto a favor de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que renovó el mandato de la MINURSO -Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental-, hay dos vocablos que no aparecen ni sola vez: derechos humanos.

¿Y por qué deberían haber sido citadas estas dos palabras?

El Sáhara Occidental fue colonia española; pero fue más, la provincia española número 53. España se comprometió a descolonizar un territorio al que llegó en 1884, pero no lo hizo, fue entregado a Marruecos, que entró a sangre y fuero.  España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental según el derecho internacional, según  la ONU, según ha recordado la Audiencia Nacional…

Además, especialmente en estos momentos, en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos se violan sistemáticamente los Derechos Humanos, como han denunciado Amnistía Internacional (AI), Human  Rights Watcht (HRW), el Centro Robert F. Kennedy (RFKC) y la Red Euromediterránea de Derechos Humanos (REMDH). Y para saber lo ocurrido en los años siguientes a la ocupación solo hay que leer los relatos contenidos en el auto del juez Pablo Ruz en el que procesó a once altos cargos militares marroquíes por genocidio, tortura, asesinato o desaparición forzada, delitos  cometidos entre 1975 y  1982. Estos días los asistentes al Festival Internacional de Cine del Sáhara Occidental (Fishara), celebrado en el campamento de refugiados de Dajla, han oído a testigos directos y familiares de las víctimas.

El Consejo de Seguridad no afrontó uno de los principales fines para el que fue creada la MINURSO, la realización de un referéndum para que los saharauis puedan decidir su futuro,  ni planteó la inclusión de la vigilancia de los Derechos Humanos, permanente petición de la indefensa población  saharaui de los territorios bajo ocupación marroquí. Prorrogó hasta el 30 de abril de 2016 la presencia de los cascos azules en el Sáhara Occidental y Marruecos consiguió, una vez más, su propósito: ni referéndum ni DDHH. Su embajador ante la ONU, Omar Hilale, complacido, agradeció al «grupo de amigos» «haber propiciado que se preservase la integridad de la resolución”.

España, miembro por dos años del Consejo de Seguridad, apoyó  la renovación del mandato de la MINURSO sin hacer mención alguna a los Derechos Humanos, lo que fue recriminado por el  representante de Venezuela, Rafael Ramírez, lo mismo que a los demás integrantes del “Grupo de Amigos del Sáhara Occidental”  -Francia, EE.UU, Rusia y  Reino Unido- por no haber atendido “las legítimas preocupaciones y propuestas” de varios países, que tuvieron en cuenta la recomendación hecha por Ban Ki-moon en su informe atendiendo a la naturaleza de todas las Misiones de las Naciones Unidas.

Además, el enviado especial de la Unión Africana para el Sáhara Occidental,  el expresidente de Mozambique Joaquim Chissano, no pudo intervenir para explicar la posición de la organización africana sobre el conflicto, favorable a la descolonización. Justo veinte días antes el gobierno marroquí remitió  un mensaje a Ban Ki-moon insistiendo en su “oposición categórica a todo papel o implicación” de la Unión Africana (UA).

El Gobierno de España ha destacado que “la mejora de la situación de los refugiados es una prioridad y, en consecuencia,  hará todo lo que esté en su mano” y que, ahora, “la prioridad es  avanzar el proceso político”. “Los esfuerzos de la comunidad internacional –ha señalado- deben concentrarse en ayudar a las partes, Marruecos y el Frente Polisario, a acordar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental en el marco de disposiciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”.

Los dirigentes saharauis continuamente apelan a la responsabilidad y al papel que debe jugar España en el conflicto saharaui.  Recientemente el primer ministro de la RASD, AbdelkaderTaleb Omar, hizo un llamamiento al Gobierno español para que “asuma su responsabilidad histórica y moral” y  el delegado del Frente Polisario en nuestro país, Bucharaya Beyun, denunció “el silencio y las ambiguas posiciones de España”.

Volviendo a las dos palabras que no aparecen en la información del Gobierno de España, derechos humanos, hay que recordar cómo el 26 de diciembre de 2014 el Presidente Mariano Rajoy se comprometió a garantizar su defensa en el Consejo de Seguridad. Textualmente, y aquí lo hemos reproducido ya algunas veces, dijo: “Desde ese Consejo, España seguirá defendiendo los principios en los que se asienta nuestra convivencia: la libertad, el respeto a los derechos humanos, la democracia y la cooperación entre las naciones”.

El 14 de abril, antes de reunirse el Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el tema del Sáhara Occidental,  el senador del Grupo Mixto Urko Aiartza recordó al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en la sesión de control al Gobierno  la declaración del presidente, y José Manuel García-Margallo afirmó: “Rajoy siempre cumple su palabra y la volverá cumplir, como es natural”.

Lo dijo Francisco de Quevedo, crítico de políticos en sus sátiras y discursos: “Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”.

La siguiente es una relación de hechos ocurridos en abril de 2015  en el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí y ciudades del sur de Marruecos con amplia población saharaui, según datos de organizaciones de  Derechos Humanos y medios de información saharauis, tanto oficiales como independientes:

Leer: Abril saharaui