Fuente: El Espía Digital / Alfonso Lafarga
Takbar Haddi lleva ya quince días en huelga de hambre frente al consulado marroquí en Las Palmas de Gran Canaria, tiene la salud cada vez más débil, pero sigue firme en su decisión: llegar hasta el final si no recupera el cuerpo de su hijo Mohamed Lamin Haidala.
Es la lucha de una madre saharaui de 42 años para que forenses independientes hagan una nueva autopsia al cadáver de su hijo, que fue enterrado sin su consentimiento y no sabe dónde está, y se haga justicia. Solo dos de los cinco marroquíes que atacaron a Mohamed en El Aaiún por defender a su tía fueron detenidos ocho días después de la agresión, precisamente el mismo día que se producía el fallecimiento, mientras que los otros tres siguen en libertad.
El joven Mohamed Lamin Haidala, de 21años, activista de la causa saharaui, estudiaba fontanería y tenía previsto reunirse con su madre en Tenerife a la semana siguiente de ser atacado el 31 de enero de 2015. La muerte le llegó tras pasar por comisaria y peregrinar de hospital en hospital sin recibir la debida atención médica. Takbar sigue decida: si no recupera el cuerpo de su hijo, si no hay justicia, para qué vivir.
En su lucha está acompañada permanentemente por su hijo Seif Idin, de 18 años, a quien se trajo de El Aaiún ante las amenazas de muerte que recibió de los mismos que mataron a Mohamed. Su marido, Salek, permanece en Tenerife -lugar de residencia de la familia- con otro hijo de 8 años y los fines de semana viaja a Las Palmas de Gran Canaria.
En el tiempo que dura la huelga de hambre Takbar ha tenido que ser llevada en una ocasión al Hospital Negrín por una hipoglucemia con riesgo de coma diabético; personal del servicio canario de salud quiso llevarla otra vez al centro sanitario el 28 de mayo, pero se negó.
Al encontrarse cada vez más débil, las personas que están junto a Takbar quieren que atienda menos llamadas, pero hay una que recibe cada dos días que no deja pasar: la de Aminetu Haidar, la activista de Derechos Humanos que permaneció más de treinta días en huelga de hambre entre noviembre y diciembre de 2009 cuando fue expulsada de El Aaiún y que consiguió volver a la capital del Sáhara Occidental.
La reivindicación de Takbar ha motivado un movimiento de solidaridad nacional e internacional, como las concentraciones simultáneas del sábado 30 de mayo en más de quince ciudades españolas, varias capitales de América Latina y alguna europea, así como en El Aaiún y los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf.
Desde el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos varios destacados activistas se han desplazo hasta Las Palmas de Gran Canaria para estar con Takbar Haddi, como Brahim Dahan, presidente de la Asociación Saharaui de Víctimas de los Derechos Humanos (ASVDH) y Hmad Hammad, vicepresidente del Comité de Defensa del Derecho a la Autodeterminación del Pueblo Saharaui (CODAPSO), que estuvo retenido en el aeropuerto de El Aaiún más de media hora mientras le hacían una exhaustiva revisión del equipaje. El ministro de Salud saharaui, Mohamed Lamin Daddi, visitó a Takbar y dijo que “su huelga de hambre es una expresión de rechazo a todo tipo de persecución que sufre el pueblo saharaui en las zonas ocupadas”.
También el carismático preso político saharaui Mbarek Daudi se ha solidarizado con la madre de Mohamed Haidala y lo ha hecho con una huelga de hambre 72 horas en la cárcel de Salé, en Marruecos, huelga con la que “envía un mensaje de firmeza y unidad a las autoridades de ocupación marroquíes”.
En El Aaiún el 19 de mayo la Coordinadora Gdeim Izik se reunió por la tarde en la casa familiar de Takbar para acompañar a su hermano, Mohamed Laaroussi Haddi. La vivienda fue rodeada por la policía y a partir de las 18 horas impidió el acceso.
La protesta ha llegado hasta Estrasburgo. Takbar compareció en los primeros días de huelga en el Parlamento Europeo por invitación del grupo parlamentario Izquierda Unitaria Europea. Más de 50 parlamentarios de cinco grupos (todos menos los populares y conservadores) hicieron un llamamiento a la vicepresidenta Federica Mogherini, Alta Representante de la UE para los Asuntos Exteriores, “para que se realice una investigación imparcial e independiente de este asesinato” y se protejan los derechos del pueblo saharaui “contra la detención administrativa, los abusos y las torturas de las fuerzas ocupantes del Reino de Marruecos”.