Fuente: Agustín de Gracia / radiointereconomia.com
Naciones Unidas, 23 jun.- Un comité de la ONU revisó hoy con frustración la falta de avances para cerrar el conflicto del Sáhara Occidental y los tropiezos para celebrar un referéndum de autodeterminación que tendría que haber sido convocado hace décadas.
El tema fue analizado en el Comité Especial de Descolonización de la ONU, que periódicamente revisa los casos de territorios pendientes de autodeterminación y que puede elevar recomendaciones no vinculantes a la Asamblea General de Naciones Unidas.
Ante el comité, el representante del Frente Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, echó en cara a Naciones Unidas la falta de decisiones para cerrar un conflicto abierto en 1975 y del que la ONU se ocupa activamente desde hace más de dos décadas.
«La frustración del pueblo saharaui ante la inacción de la ONU, que se ve incapaz de asegurar la completa descolonización de la última colonia africana, no puede seguir siendo contenida con promesas vacías», afirmó Bujari.
Después de 16 años de guerra en la antigua colonia española, la ONU acordó en 1991 destacar allí una misión especial para preparar un referéndum en el que los saharauis decidirían sobre su independencia o su integración a Marruecos.
La Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum de Sáhara Occidental (Minurso) no ha podido cumplir con el mandato que figura en su mismo nombre, el referéndum, a pesar de sus continuos llamamientos y gestiones a favor de una solución política.
En su mensaje, Bujari lamentó que el proceso de descolonización en el Sáhara Occidental esté «brutalmente paralizado» desde que Marruecos decidió invadir la región en 1975 y mantener la ocupación de ese territorio.
«El referéndum debió haberse celebrado en febrero de 1992. Han pasado 23 años y no se ha celebrado porque Marruecos decidió sencillamente obstruirlo», afirmó el representante del Frente Polisario.
En «abierto desafío» a las resoluciones de la ONU, agregó, Marruecos «proclama unilateralmente (…) que el Sáhara Occidental es ya parte de Marruecos y que no está dispuesto a aceptar ningún referéndum que incluya la independencia como opción».
De hecho, un representante de la misión de Marruecos que intervino en la sesión habló en todo momento del «Sáhara marroquí» al explicar la posición del Gobierno de Rabat, que se opone a la autodeterminación, aunque sí acepta ampliar la autonomía.
La ONU se encuentra ahora en una fase de «consultas bilaterales y diplomacia itinerante» que ejerce Christopher Ross, el enviado personal para el Sáhara Occidental del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En su último informe, de abril pasado, Ban insiste en la necesidad de que las partes negocien «sin condiciones previas y de buena fe», pero buscando una solución «mutuamente aceptable, que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental».
Rabat presentó una propuesta de autonomía en 2007 y considera que ésa debe ser la base de la negociación, mientras que el Frente Polisario insiste en la necesidad de convocar cuanto antes el referéndum que inicialmente defendía la propia ONU.
«Transcurridos 40 años desde el inicio del conflicto y ocho años después de la presentación de las propuestas de las partes, no puede justificarse el mantenimiento del statu quo y la falta de participación constructiva e ingeniosa en la búsqueda de una solución», se quejaba Ban en su último informe.
La ONU, y también lo recordó hoy Bujari, está preocupada por la posibilidad de que el conflicto se vea alimentado por la expansión geográfica de redes delictivas y grupos extremistas que operan en la región del Sahel.
Una prolongación de esta situación «puede conducir a una situación altamente peligrosa a incontrolable en una región ya de por sí zarandeada en su flanco del Sahel por la inestabilidad», afirmó el representante del Frente Polisario.
En la sesión, la postura de Bujari fue apoyada sin fisuras por representantes latinoamericanos y por el de Argelia, mientras que otras tres naciones africanas dividieron sus lealtades entre el Polisario y Marruecos.
Entre quienes apoyaron la libre determinación se encontraba el embajador de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez, que dijo que una «tercera vía» como la que propone Marruecos sólo busca una «soberanía tutelada».
«La independencia es algo que no se negocia, es un derecho inalienable», consideró el diplomático.