Chahid El Hafed, 11 agosto 2015 (SPS) – Traducción no oficial de SPS
La gestión del gobierno marroquí del asunto del periodista marroquí Ali Lmrabet recuerda el tratamiento que Rabat dió al problema de la militante saharaui Aminatu y al que la Embajada americana en Rabat calificó, según documentos revelados por Wikileaks, de «un episodio desastroso para el Gobierno de Marruecos que estuvo a punto de provocar un exilio forzado y de comprometer seriamente sus relaciones con España y otros aliados a través de su gestión bélica de este caso, y una diplomacia sorprendentemente torpe”.
Los errores del Makzen son minuciosamente detallados por Omar Brousky, ex corresponsal de la agencia AFP que Rabat no quiso acreditar, en su libro “Mohammed VI, detrás de las máscaras”, del que les ofrecemos un extenso extracto publicado por el diario argelino l’Expresión.
Itinerario de un rey mudo
El rey. Joven, en camisa con mangas cortas. Corbata rayada con alfiler. Pelo corto. Relajado, discreto, tranquilo, se siente bien. Decidido, sensato, prudente. Sigue el juego. Mejillas que apenas llegan a ser gorditas. Un toque de gestos afeminados. Apenas. Inspira un deseo de protección. No quiere cambiar nada de su vida privada. No quiere que se le compare con su padre» (Jean Daniel, después de su primer encuentro con el Rey Mohammed VI)
… Este testimonio de Ignacio Cembrero – que cubría el Magreb para el diario español El País – describe un joven príncipe heredero lleno de timidez, taciturno, a diferencia de su hermano menor, el príncipe Moulay Rachid, cuyo parecido con su padre es notorio.
El interés mostrado, desde entonces, por los observadores al estilo y a la personalidad de Mohammed VI se explica en gran medida. Por un lado, la monarquía marroquí es el alfa y el omega de la vida política e institucional del país, la piedra angular del poder ejecutivo que controla a través de una serie de mecanismos jurídicos. El estatuto de «Comendador de los Creyentes» también permite al rey legitimar el alcance de sus poderes temporales a través de la sacralidad religiosa. Por otro lado, Mohamed VI sigue siendo un rey poco conocido, incluso por muchos marroquíes. Príncipe heredero, se le mantuvo constantemente en la sombra de su padre, deseoso de ahorrarle las vicisitudes de su reinado de treinta y ocho años (1961-1999).
Exceptuando las imágenes difundidas por la televisión pública, donde se le veía visto junto a su padre en las ceremonias oficiales y durante el discurso a la nación, el príncipe heredero no ejercí ningún papel susceptible de impulsarlo al frente del escenario política. Este desconocimiento incita aún más los observadores a escrutar la personalidad del rey, su trayectoria y su recorrido, los cuales pueden explicar, según ellos, muchos aspectos de un sistema político marcado por la complejidad, lo no dicho, los códigos, y sobre el cual «M6» reina en perfecto monarca de derecho divino.
Timidez, enfermedad verdadera-falsa? El reinado del silencio
Una de los rasgos que marcan el estilo de Mohamed VI es que evita, en la medida de lo posible, las reuniones oficiales y conferencias de prensa improvisadas. Nunca habló de forma espontánea a su pueblo, y su única forma de «diálogo» con él, son estos discursos que lee con dificultad, los ojos clavados en sus notas.
Por otra parte, con la cara hinchada por la cortisona, sus estancias privadas cada vez más frecuentes y prolongadas en Francia, suscitan reiteradas interrogantesa sobre su salud. Uno de los últimas de estas «estancias privadas» duró un mes y diez días, del 10 de mayo al 20 de junio del 2013, y dió lugar a persistentes rumores sobre un posible deterioro de su condición física. Sobre toso porque en aquella época (los días 3 y 4 de junio), el primer ministro turco, Recep Erdogan, acompañado de unos trescientos hombres de negocios, realizaba una visita oficial a Rabat en la que estaba prevista una reunión con el monarca. La recepción real no tuvo lugar a pesar de que unos días antes el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos había anunciado que Mohammed VI «debiera entrevistarse con Erdogan habida cuenta de la importancia de su visita.»
El 20 de noviembre de ese mismi año, el Rey Mohammed VI visitó Washington. Una reunión con el presidente Barack Obama estaba programada dos días después. Pues bien, Mohammed VI no svolvió de los EE.UU. hasta el 13 de diciembre de 2013. Ninguna explicación se ha dado para aclarar los motivos de esta prolongada ausencia, a excepción de un lacónico despacho de la agencia oficial de noticias MAP con fecha del 4 de diciembre en el que anuncia una reunión en Nueva York entre Mohammed VI y Hillary Clinton, la ex secretaria de Estado de Asuntos Exteriores.
Con París, Nueva York es una de las ciudades favoritas del rey Mohammed VI. Cada viaje – oficial o privado – es una oportunidad para «M6» para dar un paseo en los principales bulevares, en las tiendas en las que hace muchas compras …
… La salud del rey es un problema a la vez «sensible» y recurrente en Marruecos. Evocarla en un medio de prensa puede llevar a la prisión e incluso provocar el cierre de la publicación. En octubre de 2009, Driss Chahtane, director del semanario Al-Michdal, fue condenado a un año de cárcel tras publicar un artículo sobre el tema.
«Sagrado» General Bennani
El presupuesto anual de las FAR es particularmente alto : más de 5 millones de euros en 2014, 15% del presupuesto global, a los cuales se añaden importantes privilegios. En 2008, el embajador de Estados Unidos en Marruecos, Thomas Riley, escribió un informe confidencial de nueve páginas sobre la corrupción en el ejército marroquí, exaustiva radiografía elaborada con la ayuda de agregados de defensa y seguridad gracias a la complicidad de fuentes internas de la institución militar. El contenido de este documento ultraconfidencial, publicado en 2010 por Wikileaks, es abrumador. Thomas Riley escribe que el principal desafío al que se enfrentan las Fuerzas Armadas marroquíes sigue siendo la corrupción que afecta principalmente a los niveles superiores de la jerarquía militar.
El nombre de la actual Inspector General de las Fuerzas Armadas Reales y Comandante de la zona sur, Abdelaziz Bennani, se menciona explícitamente por el embajador de Estados Unidos : “Informa fidedignos señalan que el teniente general Bennani aprovecha su puesto de Jefe del Sur [para percibir] los ingresos de los contratos y ejerce su influencia en las decisiones del mundo de los negocios «.
En su informe, el diplomático añade, refiriéndose siempre al mismo oficial : «Un rumor muy expandido le atribuye la propiedad de muchas de las pesquerías en el Sáhara Occidental […]
… Aunque pueden ser injustas o abusivas, sus decisiones y comportamientos tienes siempre un prejuicio favorable. A la imagen del padre que castiga a su hijo, se trata de la persona que actúa «por tu bien», que castiga «por tu interés». El término Maallem reposa sobre la idea de que los individuos, llamados «súbditos de Su Majestad» no tienen suficientes medios intelectuales y materiales para actuar con «discernimiento», de manera autónoma y libre. No tienen existencia más que en el marco del grupo al que pertenecen y con el que forman una estructura homogénea, incluso cerrada: la Comunidad de los creyentes que supone previamente que todos los marroquíes son buenos musulmanes.
Intentar distanciarse con respecto a la Comunidad está visto como una traición, un acto individual que puede justificar el rechazo o el uso de la violencia legítima. Apropiándose, desde principios de los años 1960, de algunos temas de movilización: Islam, el caso del Sáhara Occidental (desde 1975), el supuesto arraigo de una monarquía «antigua de varios siglos», una supuesta descendencia directa del rey del profeta Mohammed (que la paz sea con él), la institución real erigió esta literatura como ideología «legitimante» donde el islam ocupa un lugar de primer orden.
El «rey de los pobres»?
«Un rey de los pobres muy rico», «un rey de oro sólido», «el rey en efectivo», «el rey depredador», «un rey que se sirve más de lo que sirve» … Las fórmulas no faltan para subrayar el interés que da Mohamed VI al dinero, al beneficio y a los negocios. Según las clasificaciones establecidas cada año por las revistas especializadas, es uno de los hombres más ricos del planeta. En mayo de 2012, Forbes lo coloca por tercera vez en el cuarto lugar entre los jefes de Estado árabes más ricos. Pero las cifras publicadas sobre la fortuna de «M6» no tienen en cuenta dos de las fuentes de ingresos del monarca: por un lado, el presupuesto asignado a la institución monárquica por la Ley de Finanzas votada cada año por los diputados sin que que haya debate en el Parlamento; por otro lado, las propiedades agrícolas y las fincas reales cuyas ventas anuales serían del orden de los 130 millones de dólares (…)
«Diplomacia sorprendentemente torpe»
Al día siguiente, un avión ambulancia español que transporta a la militante atteriza en el aeropuerto de El Aaiún. El caso, que duró un mes y una semana ha sido severamente criticado por los diplomáticos occidentales, sobre todo los americanos. Según un cable enviado el 18 de diciembre por la Embajada de Estados Unidos y revelado por WikiLeaks, es «un episodio desastroso para el Gobierno de Marruecos que estuvo a punto de provocar un exilio forzado y de comprometer seriamente sus relaciones con España y otros aliados a través de su gestión bélica de este caso, y una diplomacia sorprendentemente torpe”.
Otro cable del Consulado General de los Estados Unidos en Casablanca; que recoge las declaraciones de una «alta principal» del círculo real marroquí, confirma esta opinión precisando que la decisión de expulsar a la Sra. Haidar fue tomada por Mohamed VI en persona: «Desde varios aspectos, nuestra decisión [de expulsar a la activista] era ilógica y Fassi Fihri tenía que haber explicado esto al rey». La misma nota más adelante, según dijo la misma “alta personalidad» Palacio.»Después, todo el mundo adoptó una actitud típicamente marroquí, pretenediendo que como la decisión que concierne a Haidar fue tomada arriba, no se podía cuestionar ni criticar». Si la manera con la que el caso fue gestionado desde el principio sigue suscitando la curiosidad de los observadores y diplomáticos, las consecuencias a nivel interno en Marruecos fueron aún más lamentables. Con la excepción del semanario Le Journal que ha criticado la manera con que el asunto fue fabricado y tratado después por el rey y sus cercanos, ninguna publicación y ningún partido político ha planteado al respecto la cuestión de la responsabilidad política del monarca.
El mismo silencio había rodeado, siete años antes, un caso igualmente conocido que había enfrentado Marruecos a España: el caso de la isla de Perejil. Esta vez la confrontación, mucho más directa, casi daba lugar a un conflicto armado.
El caso de la «roca»
A 8 km de Ceuta, la isla de Perejil se encuentra a menos de 200 metros de la costa marroquí. Casi desierta, su superficie no excede las 10 hectáreas, a menudo ocupadas por pastores. Su estatuto jurídico está claro: ninguna bandera, ni signo de soberanía (ya sea la de España o Marruecos es visible en esta isla rocosa). Desde la descolonización de la zona norte de Marruecos por España en 1956, ningún acuerdo entre los dos países estableció el estatuto jurídico de la isla de Perejil, pero se estableció un consenso tácito al respecto haciendo de ella un «territorio» desmilitarizado y desierto.
Cada año, Mohammed VI y sus «amigos» pasar el mes de julio cerca de Ceuta, en M’diq, un pequeño pueblo de pescadores donde posee una residencia al borde del mar. Desde allí puede contemplar a España al frente, al otro lado del Mediterráneo, mientras se dedica a su deporte favorito lejos de las miradas curiosas: el esquí acuático.
Un regalo de boda …
Para el monarca, el comienzo de este mes de julio 2002 no se parece a los otros. Dentro de pocos días, el 12, su boda con una joven informática marroquí, Salma Bennani, se celebrará con gran pompa en el Palacio Real. Los preparativos van a buen paso.
Haciendo de estas nupcias una «celebración pública» altamente mediatizada, el rey tiene la intención de hacer de ellas un símbolo: permitir que la novia sea vista por todo el mundo, lo cual envía un mensaje de «modernidad» y de ruptura comparado con su padre, pero al mismo tiempo, celebrando el evento en la pura tradición marroquí. Más de 300 periodistas y fotógrafos – en su mayoría extranjeros – han sido acreditados para cubrir el evento, del que gran parte tiene lugar en la explanada del Méchouar frente a la puerta principal del palacio. Decenas de grupos folclóricos llegados de varias regiones participan en la celebración bajo el brillante sol de julio. Especialmente, bajo las miradas atónitas de los marroquíes, decenas de invitados extranjeros asistieron, entre ellos la ex pareja presidencial americana Hillary y Bill Clinton y su hija Chelsea, el ministro afgano de Relaciones Exteriores, Abdullah Abdullah, varios emires del Golfo, etcétera. Es en este ambiente de júbilo que una decisión desconcertante, que tendrá un eco mediático planetario, se toma por el rey elJueves 11 de julio 2002, pocas horas antes del inicio de las festividades.
Sobre las18:33 (GMT), un despacho de la oficina de la AFP en Madrid cae: «Marruecos ha ocupado el jueves un islote rocoso que se encuentra a lo largo de su costa mediterránea y se niega a abandonarlo a pesar de las protestas de Madrid que afirma que se trata de una «ruptura unilateral» de un status quo hispano-marroquí en virtud del cual este islote permanecería desmilitarizado. La operación marroquí parece una instalación más que «ocupación»: no había nadie en el islote. Una docena de gendarmes bastaron el jueves 11 de julio al mediodía, para plantar una bandera marroquí y establecerse allí.
Pero por parte española, esta «instalación» se percibe como una declaración de guerra, la ocupación de un territorio en jurídicamente disputado. El «acto de fuerza» moviliza a todo el estado mayor militar y político del vecino del norte. Una reunión del Gobierno de Madrid, tiene lugar la tarde del 11 de julio, sólo unas horas después de la «ocupación» del islote, pero todavía no se prevé ninguna opción militar. Ante sus ministros, el presidente del Gobierno, José María Aznar, declara que «prefiere esperar y ver», pero que irá «hasta el final».
«No sé de qué habla usted»
Por la noche, Aznar llama por teléfono a su homólogo marroquí, Abderrahman Youssoufi. Enseguida constató que el viejo socialista está en gran medida superado por los acontecimientos. En su libro de investigación, Vecinos Alejados, el periodista español Ignacio Cembrero reporta lo esencia de la conversación entre los dos jefes de gobierno la tarde del 11 de julio.
Aznar: «Lo que usted ha hecho nos parece un acto de fuerza intolerable. Exijo una explicación y la retirada «.
Youssoufi, «No sé de qué habla usted. El gobierno no ha ordenado nada. Estoy al corriente del hecho igual que usted, pero no tengo ninguna explicación para darle. Insisto en que ni yo ni mi gobierno hayamos autorizado lo que sea.
Aznar: «Si no fuera un tema tan grave, pensaría que usted me está tomando el pelo… El asunto es grave, y lo es más aún porque usted es incapaza de reaccionar. Exijo una explicación deaquí a mañana y una rectificación. Si lo hace, olvidaremos el incidente. Pero, créame, es una situación que el Gobierno español no podría aceptar». Youssoufi promete a su homólogo una respuesta para el día siguiente. «Todavía estoy esperando esa respuesta», confió el Sr Aznar cuatro años después, en un tono irónico, al mismo periódico español. En su libro, este último habla de una conversación telefónica, esta vez entre la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, y su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa. El diálogo es tan vívida como surrealista.
Benaissa: «los marroquíes están persiguiendo a los terroristas islámicos en el Estrecho de Gibraltar.»
Palacio: «No me repitas lo que acabas de decir! Dime cosas serias. Si algo está pasando en Perjil [Persil, en español], díganoslo y nosotros encargaremos de ello».
La Sra Palacio entonces fija un ultimátum por teléfono para la retirada, que expira el 17 de julio.
«Mi marido se cree el rey»
En 2007, durante un juicio de divorcio en Beni Mellal, en el centro de Marruecos, la mujer, analfabeta, dijo espontáneamente al juez: «Mi marido se pasa el tiempo sin hacer nada, se cree el rey!». Esta frase le costó seis meses de prisión, de lo cuales dos son firmes. Otros «casos» son más mediatizados. En octubre de 2001, el periodista Ali Lmrabet publicó en su revista Demain una información según la cual el Royal Palace de Skhirat, ubicado en la costa a 30 kilómetros al sur de Rabat, estaría en venta. Fue detenido unos días más tarde y llevado ante un juez en Rabat. Los que asistieron al juicio vieron al juez, con una piedra entre las manos, dirigiéndose al perdiodista en estas palabras : «¿Ves esto? Es una simple piedra, pero si la pones en una mezquita o un palacio real se convierte inmediatamente en piedra sagrada». Lmrabet fue finalmente condenado a cuatro meses de prisión y una multa de 3.000 euros, pero el juez no lo puso bajo custodia. En la apelación, la sentencia se conviertió en una pena de prisión con susrsis …
… Estableciendo una relación directa entre el terrorismo y los periodistas “ocasionales désonvoltes… que se aprovechan de la democracia para atentar contra la autoridad del Estado», este discurso del rey demuestra que la libertad de expresión está también en el colimador del régimen. Mientras tanto, Ali Lmrabet continúa su huelga de hambre en su celda en la prisión de Salé, cerca de Rabat. El impacto mediático de los atentados del 16 de mayo fue inmediato, pero no duró más que unos pocos días, y la presión de la prensa internacional volvió para que el caso de Alí Lmrabet se resuelva lo antes posible. Sin embargo, para el periodista, los objetivos de esta huelga ya fueron alcanzados: el caso tuvo una dimensión internacional. En el 47º día, recibió a un diplomático de Francia en Rabat.
Le informa que como franco-marroquí, Lmrabet puede ser transferido a París para recibir tratamiento y cumplir su sentencia. Pero él rechaza la propuesta. En el 50º día, Ali Lmrabet decide poner fin a su huelga de hambre, después de haber sido cumplido sus objetivos, según él. Luego regresó a la cárcel, pero la presión de la prensa no cesa. El periodista debe ser liberado, insiste Reporteros Sin Fronteras y diversas organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales. No pasa un día pasa sin que un diario, en Marruecos o en el extranjero, evoque el tema. El hecho de que un periodista sea tirado en prisión como un vulgar criminal a causa de simples caricaturas relega el Reino a un nivel cercano al de las dictaduras bananeras.
El rey y su amigo están en el impasse.
«Holanda no es Sarkozy»?
Inmediatamente después de la elección de François Hollande en mayo de 2012, el séquito del nuevo presidente francés recibe una curiosa solicitud: Mohamed VI quiere entrevistarse con el nuevo inquilino del Elíseo. El monarca se encuentra precisamente (en Francia en su castillo de Betz, se desplazaría al Elíseo tan pronto como haya obtenido la luz verde presidencial). La «luz verde» se da y el 25 de mayo del 2012, o sea diez días después de su puesta en funciones, F. Holanda lo recibe en el Elíseo. El mismo día, la mayor parte de la prensa marroquí pone en portada: «. Mohammed VI es el primer jefe de Estado recibido en el Elíseo»
El «mensaje» está dirigido en realidad al «hermano enemigo» argelino, al que el nuevo presidente francés reservará su primer viaje de Estado al Magreb. Algo inédito ya que las primeras visitas oficiales al Magreb – desde Jacques Chirac – fueron tradicionalmente reservadas al reino jerifiano. Pero, más allá de estas pequeñas rivalidades entre dos ex colonias francesas, que hacen sonreír a la prensa de la metrópoli, la siguiente constatación parece imponerse: las relaciones entre Marruecos y Francia, ya bien engrasadas, no han perdido fuerza con la llegada del nuevo presidente, aunque el «estilo Hollande» difiere ligeramente del de su predecesor.
La última gran querella entre los dos países, después de la solicitud de audiencia del patrón de la DST marroquí, Abdellatif Hammouchi, de visita en París y su notificación por la policía francesa el 20 de febrero 2014, mostró que Rabat ya no podía contar con las «complicidades» de antaño entre el poder judicial y los actores políticos franceses. Según informaciones aportadas por el sitio Mediapart, el fiscal especializado en crímenes de guerra, genocidios y torturas habría contactado el Jueves (20 de febrero) al Quai d’Orsay para saber si Hammouchi beneficiaba de la inmunidad diplomática, pero la respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores no llegó hasta el sábado.
«Demasiado tarde», señala el sitio de información: la policía francesa efectúo entonces una redada en el mismo día en la residencia del embajador de Marruecos en Neuilly-sur-Seine para entregar a Hammouchi la petición de su audiencia por la justicia francesa…. SPS