“Alejandro Alvarogonzález hace de abogado de Marruecos”
El secretario general de Política de Defensa, Alejandro Alvargonzález San Martín, desconoce, o quiere desconocer, la realidad de Marruecos al declarar al periódico El Comercio que la independencia del Sáhara Occidental supondría la caída de la monarquía alauí y la desestabilización del país en 24 horas.
Con esta afirmación el señor Alvargonzález, que no dice si es su pensamiento personal o expone la posición del Ministerio de Defensa y, por lo tanto, la posición del Gobierno español, une el destino de Marruecos a la ocupación militar del Sáhara Occidental, contraviniendo las resoluciones de Naciones Unidas y la celebración del referéndum de autodeterminación al que el propio Marruecos se comprometió hace 23 años al llegar a un alto el fuego con el Frente Polisario.
El Secretario General de Política de Defensa no tiene en cuenta que una posible desestabilización en Marruecos estaría alimentada por sus problemas internos, como la pobreza, la constante vulneración de los derechos humanos, como denuncian sus propias organizaciones, y el creciente yihadismo en su población, como lo demuestran las continuas detenciones de ciudadanos marroquíes.
Cuando se van a cumplir 40 años de ocupación marroquí del Sáhara Occidental, donde se producen desapariciones, secuestros y torturas, y con una causa abierta en la Audiencia Nacional por genocidio del pueblo saharaui. Unir la independencia de la excolonia española a una posible desestabilización de Marruecos es hacer de abogado del régimen marroquí. A la vez, España incumple la legalidad internacional, a la que está especialmente obligada por no haber llevado a cabo el proceso de descolonización y seguir siendo la potencia administradora de iure del territorio, según Naciones Unidas y la propia justicia española.
La Delegación Saharaui en España rechaza firmemente la declaración del Secretario General de Política de Defensa, a quien le ha faltado el tacto y la prudencia propios de un diplomático de carrera como es él, y exige una rectificación. Esperamos que España deje de ser un obstáculo y contribuya a la legítima aspiración de un pueblo, al que consideró español, a decidir su futuro.
Madrid, 16 de Octubre de 2015