Fuente: elpais.com
Brahim Dahane, de 49 años, es el presidente de una de las organizaciones independentistas saharauis con mayor número de miembros, la Asociación Saharaui de Víctimas de violaciones graves de Derechos Humanos (ASVDH). Dahane sostiene que todo lo que se ha visto este fin de semana en El Aaiún con la llegada del rey de Marruecos, Mohamed VI, para conmemorar el 40º aniversario de la Marcha Verde, es una operación de imagen que poco tiene que ver con la realidad de El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental (240.000 habitantes, según el Gobierno marroquí).
Pregunta. ¿Le ha sorprendido el hecho de que decenas de miles de personas hayan aclamado en El Aaiún al rey Mohamed VI?
Respuesta. No me ha sorprendido nada porque han traído de fuera alrededor de 140.000 personas. Han traído también muchos militares y policías.
P. ¿Qué opina sobre los anuncios de inversiones económicas hechos por el rey en su discurso del 6 de noviembre?
R. No hay nada nuevo. La promesa de construir un ferrocarril que venga desde Marrakech hasta aquí ya la hizo en su día Hassan II en 1980. Hasta hoy en día aún no lo hemos visto. Son las mismas mentiras. Pero sí es verdad que hay una política económica sistemática cuyo fin es traer cada día más colonos y modificar la situación demográfica de un territorio ocupado de forma ilegal.
P. ¿Cuál es la proporción que hay en El Aaiún de población que vivía aquí antes de 1975 con respecto a la que ha llegado después?
R. La proporción puede ser entre el 30% o el 40%. Pero hay otra parte que está, desgraciadamente, refugiada en Argelia.
P. ¿Cree que las condiciones de vida en el Sáhara Occidental han mejorado en los últimos 40 años?
R. Para los colonos marroquíes, sí. Porque toda la política sistemática está hecha con ese fin. Han mejorado algunas infraestructuras para sacar de aquí nuestros recursos y para traer a su gente. Para los saharauis, sin embargo, no ha cambiado nada. En los puestos clave, en los órganos de dirección de colegios, hospitales… no hay saharauis.
P. Durante la visita del rey ni ustedes ni el Gobierno marroquí han informado de que haya habido ningún disturbio en El Aaiún. Y la organización que usted preside no tiene constancia de que haya habido ningún detenido. ¿A qué cree que se debe esa ausencia de detenciones?
P. En dos semanas han metido en El Aaiún el doble de personas de las que viven aquí de forma habitual. Y el 80% de esas personas son militares y policías. Yo aterricé el mismo día que el rey en el aeropuerto de El Aaiún. En este aeropuerto normalmente hay uno o dos aviones comerciales, más algunos de la ONU. Pero ese día había unos 30. Todo está controlado. La policía acompaña a los manifestantes marroquíes que van por las calles diciendo “muerte al enemigo del rey”. Y el enemigo somos los saharauis.
P. Pero, ¿por qué cree que no ha habido disturbios, ni siquiera muestras de apoyo al Frente Polisario? Las calles están llenas de banderas de Marruecos y no hay banderas del Frente ni panfletos.
R. Panfletos sí que hay, se lo aseguro. Y también hubo pequeñas manifestaciones en barrios. Pero al centro de la ciudad no se puede llegar. En esta situación, o declaras la guerra o intentas tratar el problema de una forma más pacífica. Nosotros no vamos a declarar la guerra. Si hacemos alguna cosa lo haremos según nuestra agenda y no la de Marruecos. Ellos han tapado todas las banderas que nosotros teníamos pintadas en muchas fachadas. Pero eso no quiere decir que no existamos.
P. Pero el rey fue aclamado por mucha gente en las calles y buena parte de esa multitud la integraban mujeres que vestían melhfas, el vestido típico saharaui.
R. Sí, eso lo han hecho para ganar la batalla de la imagen. Compraron miles de decenas de melhfas.
P. ¿Dónde?
R. Aquí en El Aaiún y en Mauritania. Es una cuestión de imagen, como lo fue la Marcha Verde hace 40 años. Las cámaras grabaron a los 350.000 civiles marroquíes, pero los militares de Marruecos ya estaban entrando varias semanas antes con la autorización del Gobierno español.