Fuente: EUCOCO – Madrid
Su Excelencia el Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Señor Don Mohamed Abdel-Aziz;Presidente de la Coordinadora Europea de Solidaridad con el pueblo saharaui, Señor Don Pierre Galand;Presidente de FEDISAH, Señor Don Carmelo Ramírez Presidente de de CEAS, Señor Don José Taboada,Miembros de la Secretaría Nacional y Ministros del Gobierno Saharaui;Representes de la Delegación Argelina, y de todas las delegaciones internacionales presentes;Representantes de partidos políticos, sindicatos y asociaciones;Miembros de las Coordinadoras Europeas de Solidaridad con el Pueblo Saharaui;Abogados y Defensores de los Derechos Humanos;Honorables Asistentes:
Es un gran honor para mí estar presente en las actividades de esta cuadragésima edición de la Conferencia Internacional organizada por las Coordinadoras Europeas de Solidaridad con el pueblo saharaui. Este año ha sido organizada en Madrid, coincidiendo con el cumplimiento de 40 años de invasión y ocupación marroquí a mi patria, el Sáhara Occidental; una invasión llevada a cabo con el visto bueno del Gobierno español mediante los nefastos Acuerdos de Madrid, acuerdos contrarios a la legalidad internacional, al Dictamen del Tribunal Internacional de Justicia, y a la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas que dictamina el respeto del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
El Estado marroquí invadió el Sáhara Occidental mediante una Marcha Negra precedida de una invasión militar que tuvo lugar el 31 de octubre de 1975, y que acabó siendo el comienzo de graves violaciones de los derechos humanos de civiles saharauis desamparados, violaciones catalogadas por el Derecho Internacional Humanitario como crímenes de guerra, que fueron cometidas al amparo de un silencio internacional y que Marruecos, mediante su denominada Instancia de la Equidad y Reconciliación, ha intentado convertir en violaciones normales y corrientes, y en crímenes cometidos por error que no se diferenciaban de aquellos cometidos en ciudades y pueblos marroquíes.
En verdad, estos crímenes de lesa humanidad se llevaron a cabo de una forma sistemática, y en un contexto vinculado clara y directamente con el conflicto político y militar por el Sáhara Occidental, y cuya finalidad era la aniquilación del pueblo saharaui, dispersarlo y quebrantarlo, agravar su sufrimiento, empujarlo a una huída colectiva de su madre patria por miedo a la opresión política y en busca de seguridad y sosiego.
A pesar de los informes y las recomendaciones de organizaciones internacionales de derechos humanos, el Estado marroquí sigue sin desvelar la verdad de las graves violaciones de los derechos humanos que ha cometido, mientras continúa vendiendo al mundo exterior la experiencia de la Instancia de la Equidad y Reconciliación con el propósito de engañar a la opinión pública internacional. Especialmente, en relación a los crímenes de lesa humanidad cometidos contra civiles saharauis, pues no ha dado a conocer las circunstancias generales en las que se han cometido dichas violaciones, ni el paradero de cientos de saharauis secuestrados, ni la ubicación de las fosas comunes; tampoco se han entregado los restos mortales de los fallecidos en los centros secretos de detención marroquíes, ni se han mencionado ni se ha hecho alusión a los responsables de asesinar, torturar, violar, secuestrar y encerrar a miles de civiles saharauis; ni ha hablado de los centros secretos de detención ubicados en las ciudades saharauis, pues le bastó con presentar historias falseadas que reflejaban la postura oficial del régimen marroquí.
Queridos amigos y amigas:
El Estado marroquí, de manera clara y sistemática continúa violando los derechos humanos en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental. Continúa vulnerando el derecho a la vida, a la integridad física; negando el derecho a la libertad de expresión y a la manifestación pacífica; negando el derecho de reunión y libre asociación. Situación que se ha agravado con ocasión de la última visita provocadora del rey de Marruecos, visita que viene a afianzar una vez más el estatus quo de la ocupación, e incitar a centenares de colonos marroquíes contra los saharauis; a amenazar a los ciudadanos saharauis que reivindican su derecho a la autodeterminación e independencia; a legalizar la explotación de los recursos del territorio por parte del Estado marroquí, justificando así su robo y expoliación; todo ello, en un evidente desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del Parlamento Europeo, de la Unión Africana y de las diferentes organizaciones internacionales que trabajan en el ámbito de los derechos humanos.
Honorable audiencia
La visita del rey de Marruecos al Sáhara Occidental ha tenido lugar en un momento en el que el Secretario General de Naciones Unidas ha solicitado la vuelta inmediata a las negociaciones directas entre el representante legítimo del pueblo saharaui, el Frente Polisario, y el Reino de Marruecos en calidad de país ocupante, para alcanzar una solución que garantice el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. También, la visita ha tenido lugar después de que la Unión Africana moviera ficha y exigiera al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas concretar una fecha para la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental. Igualmente, esta visita se produjo una vez que varios países amenazaran con practicar un boicot económico a Marruecos.
Con esta visita del rey de Marruecos a las ciudades ocupadas, los ciudadanos saharauis desprovistos de su derecho a la libre expresión y a la manifestación pacífica, seguirán con miedo y temiendo no sólo la continua represión y las barbaridades de las autoridades marroquíes, sino al reclutamiento por parte del Estado marroquí de milicias armadas formadas por colonos marroquíes, cuyo objetivo es dañarles y sabotear sus propiedades como lo hicieron anteriormente, sobre todo después del ataque militar realizado sobre el campamento de Gdéim Izik el día 8 de noviembre de 2010, en el Aaiún ocupado, y en septiembre de 2011 en la ciudad ocupada de Dajla.
Respetables Señoras y Señores:
La situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental sigue empeorando día tras día, lo cual es un imperativo que le exige a la Comunidad Internacional actuar para proteger a los civiles saharauis y ofrecer un mecanismo, de las Naciones Unidas, para vigilar y monitorizar los derechos humanos como así lo están pidiendo numerosas entidades internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, para que los ciudadanos saharauis puedan ejercer la totalidad de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales; derechos que el Estado marroquí está intentando confiscar mediante una política de escalada programada de la que no se libran ni periodistas ni observadores extranjeros, como son los parlamentarios o pertenecientes a entidades de la sociedad civil internacional, a los que se expulsa y se les prohíbe la entrada a las ciudades ocupadas.
De la misma manera, la situación de los presos políticos saharauis en las diferentes cárceles marroquíes sigue siendo deplorable y preocupante, debido al maltrato y a las duras condenas que están padeciendo; debido a su marginación y exclusión, que se manifestó claramente al ser excluidos de la amnistía declarada el 5 de noviembre de 2015 por el Ministerio de Justicia y Libertades marroquí, amnistía que supuso la liberación de 3539 presos comunes entres los que se encontraban 26 presos comunes saharauis, lo que supone menos del 4% del total. Sin embargo, se mantuvieron las penas de más de 50 presos políticos saharauis que están cumpliendo condenas durísimas e injustas que van desde los 3 años a cadena perpetua, además de que en su mayoría se encuentran en cárceles marroquíes a cientos de kilómetros del Sáhara Occidental, lo que agrava el sufrimiento de sus familias, que se ven obligadas a recorrer grandes distancias para visitar a sus hijos, sin contar el maltrato que les tienen reservado las administraciones carcelarias y sus funcionarios.
Señoras y Señores:
El Estado marroquí continúa siendo el responsable de la huída del pueblo saharaui, y del intento de su genocidio, por medio de la implantación de políticas de represión y reasentamiento cuyo objetivo es la desaparición de la identidad saharaui, el aniquilamiento del elemento saharaui en el contexto del bloqueo múltiple que están padeciendo las ciudades del Sáhara Occidental, además de la intransigencia y el engaño a la opinión pública internacional con la intención de confrontarla con el hecho consumado. Todo esto se puso de manifiesto en el último discurso del rey de Marrueco, y en las protestas llevadas a cabo por colonos marroquíes ante las sedes de la MINURSO en las ciudades ocupadas de Aaiún y Esmara, con el beneplácito y la protección de las autoridades marroquíes y del propio rey, quien llegó a detener el coche en el que desfilaba frente a la sede la MINURSO de la ciudad ocupada de Aaiún. Todo esto ocurrió mientras que a los saharauis se les prohibía manifestarse pacíficamente para reivindicar sus derechos más básicos.
Este acto es una amenaza para las aspiraciones de Naciones Unidas a encontrar una solución a la cuestión del Sáhara Occidental, y es un aliciente para los colonos marroquíes que les anima a practicar más actos de índole racista y criminal contra los civiles saharauis, especialmente contra los defensores de los derechos humanos y todo aquel que defienda el derecho saharaui a la autodeterminación y la independencia.
En este sentido, quiero llamar la atención del Consejo de Seguridad y de las Naciones Unidas para que actúen rápidamente y presionen al Estado marroquí para que respete sus compromisos internacionales, siendo el primero de ellos el respeto de la legalidad internacional y de la misión primera por la que la ONU acudió al territorio, que es fundamentalmente la organización del referéndum en el Sáhara Occidental. Y hago hincapié en que si la Comunidad Internacional no hace nada, las cosas van a empeorar mucho más, dado que el Estado marroquí está atacando a Naciones Unidas y al Señor Embajador Christopher Ross, el enviado personal del Secretario General para el Sáhara Occidental, debido a que Naciones Unidas han descartado la opción del denominado Plan de Autonomía e invitan explícitamente a la búsqueda de una solución que conlleve el respeto al Derecho de Autodeterminación del Pueblo Saharaui.
Señoras y Señores:
Encontrándome aquí entre vosotros en la capital de España, Madrid, aprovecho la ocasión para condenar los funestos Acuerdos de Madrid, y señalar al Estado español como responsable de los sufrimientos que padece el pueblo saharaui en los Campamentos de Refugiados, debido a las difíciles y duras circunstancias; y también de nuestros sufrimientos, nosotros que nos hallamos bajo ocupación marroquí, bajo una represión constante.
También, quiero apelar a todos los actores políticos, sindicales, activistas de los derechos humanos, entidades de la sociedad civil y a todos los solidarizados con el pueblo saharaui, para que presionen al Gobierno español y le hagan asumir su responsabilidad en finalizar este conflicto, de manera que preserve la dignidad del pueblo saharaui y garantice su derecho a la autodeterminación.
Igualmente, aprovecho la ocasión para expresar mi solidaridad con mis compatriotas saharauis de los Campamentos de Refugiados de Tinduf, en el suroeste de Argelia, que recientemente han sufrido una catástrofe humanitaria causada por las inundaciones que afectaron a todas las wilayas y dairas. También, expreso mi agradecimiento al Estado argelino, a su Gobierno así como a su pueblo, por su solidaridad y por la ayuda humanitaria que prestaron a los refugiados saharauis, refugiados acogidos por tierra argelina, la tierra del millón y medio de mártires. ¡Mis saludos a este país genuino que acogió al pueblo saharaui y defendió su causa!
No quisiera terminar sin expresar mi agradecimiento a todos los países y a todas las organizaciones humanitarias y entidades de la sociedad civil en el mundo entero, por su solidaridad con los Campamentos de Refugiados Saharauis y por toda la ayuda humanitaria prestada con el fin de aminorar las insufribles penalidades; penalidades que, no lo olvidemos, no debieron padecer en tierras del exilio si no hubiese sido por la invasión marroquí; invasión que les echó de su tierra y les obligó a luchar por su libertad y su dignidad.
También, quiero expresar con todo orgullo, mi agradecimiento a las Coordinadoras Europeas de Solidaridad con el Pueblo Saharaui por su inmensurable esfuerzo, gracias al cual participaron en la difusión de la causa del Sáhara Occidental y en la obtención de más apoyos para el pueblo saharaui y su legítima y justa causa. A todas ellas, así como al pueblo saharaui, les doy la enhorabuena por la exitosa organización de tan notable y noble evento.
Muchas gracias.
Aminatou Haidar, Presidente de CODESA
Madrid: 13/11/2015