Fuente: cadenaser.com
Siete policías vestidos de paisano flanquearon al periodista holandés Rik Goverde en el centro de Rabat cuando se dirigía al banco a sacar dinero. Le escoltaron a la comisaría central para someterle a un interrogatorio de dos horas con el comisario, que le informó que le expulsaban del país. No le supieron explicar el motivo.
«El comisario me dijo que me iban a expulsar del país, le pregunté por qué, yo no he hecho nada, y me dijo que no lo sabía, que eran órdenes del Wali -gobernador-«, explica a la Cadena Ser por teléfono Goverde.
Seguidamente lo llevaron a su casa para empaquetar sus pertenencias y de ahí directamente lo trasladaron al puerto de Tánger, donde le metieron en el barco nocturno dirección a Algeciras.
Goverde, que llegó a España a las 3 de madrugada sin contactos ni conocer la lengua, detalló: «En siete horas me echaron del país, me dijeron que a partir de Algeciras hiciera mi vida. No sé por qué, no tengo ni idea. La semana pasada estuve hablando sobre el Sáhara Occidental en la radio pero fue algo objetivo, no fue contra Marruecos ni contra el Polisario, fue una historia neutral; esta semana estuve en Nador, y hoy hablé en la radio sobre los atentados en París».
La embajada de Holanda, con quien se pusieron en contacto compañeros de profesión de Goverde después de su detención, también ignora el motivo. El consejero Político aseguró el lunes que este martes seguirá la investigación.
Los periodistas extranjeros deben tener una tarjeta de prensa marroquí para trabajar en el país y a pesar de que Goverde había depositado todos los papeles solicitados por el ministerio de Información nunca se la otorgaron.
Llegó a Rabat en octubre de 2013 como corresponsal de un periódico holandés pero posteriormente comenzó a trabajar como freelance para más medios extranjeros.
Periodistas sin Fronteras mostraba su preocupación en septiembre por la actual situación de la libertad de información en Marruecos. El país ocupa el puesto 130 de los 180 países que conforman la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa.
Los periodistas marroquíes que se atreven a trasgredir las líneas rojas ycriticar al Islam, la monarquía o el Sáhara Occidental se enfrentan a multas o largas penas de cárcel. Los extranjeros pueden ser expulsados del país, como ha pasado esta madrugada con Rik Goverde.
Desde principios de 2015, Reporteros Sin Fronteras ha registradonumerosos casos de periodistas acosados o denunciados por difamar o criticar las políticas gubernamentales, así como tratar termas sensibles que afectan al Estado. Las autoridades marroquíes tienen desde hace años en el punto de mira a muchos de estos periodistas.
«Los medios de comunicación internacionales también sufren la censura y el acoso por parte de las autoridades», asegura Reporteros sin Fronteras. Entre enero y febrero de este año, periodistas franceses de France Télévisions y France 24 fueron expulsados del país por intentar trabajar sin permiso después de no haberlo obtenido en numerosos intentos antes de trasladarse a Marruecos.