Fuente: Cuarto Poder; por: SATO DÍAZ |30/1/2016
El pasado mes de diciembre el Frente Polisario celebró su XIV Congreso Nacional y a raíz de este cónclave algunos cargos han cambiado en el movimiento de liberación nacional saharaui. De este modo, el que hasta ahora era el delegado saharaui para España desde hace ocho años, el máximo representante de la República Saharaui en este Estado, Bucharaya Beyún, pasa a ser el embajador en Argelia. Le sustituye en Madrid Jira Bulahe, quien ahora estará el frente de la representación saharaui. Por primera vez una mujer desempeñará este cargo. Bulahe es ingeniera, formada en Cuba y Argelia, y desde hace años ha desempeñado diferentes cargos políticos en distintas organizaciones saharauis, como en el colectivo juvenil de la UJSario o la Unión de Mujeres Saharauis (UNMS). Además, fue representante saharaui en los países nórdicos y directora de la escuela de formación al funcionariado saharaui. Tras esta experiencia, y tras estudiar un Máster Universitario en Cooperación Internacional en la Universidad de Alicante, Bulahe pasó a ser ministra en Formación Personal y Profesional de la República Saharaui. Ahora llega a España para liderar la causa saharaui en la todavía potencia administradora del Sáhara Occidental, responsable de cerrar el proceso de descolonización interrumpido en el año 1975.
— ¿Cuáles son sus principales expectativas a la hora de afrontar este puesto de responsabilidad clave para la diplomacia saharaui?
— Es una gran responsabilidad. Este año se cumplen 40 años de la proclamación de la República Saharaui y es necesario que la población pueda volver a su territorio a vivir en unas condiciones de libertad. Con ese objetivo tenemos varias líneas a trabajar, teniendo en cuenta las peculiaridades de nuestro pueblo: tenemos una población en el exilio en los campamentos de refugiados, una población que vive bajo la ocupación marroquí y otra que vive en la diáspora. Desde estos tres sectores se exige la libertad e independencia de nuestro pueblo. El Estado español tiene una gran responsabilidad en el futuro de nuestro pueblo, es un Estado cercano geográficamente e históricamente. Es la antigua potencia colonizadora y actual potencia administradora del proceso de descolonización. Tenemos que realizar un gran trabajo con la familia solidaria con el Sáhara en España, donde hay un movimiento asociativo con implantación en una enorme cantidad de ciudades y pueblos, donde tenemos a muchas instituciones que nos muestran su apoyo. Tenemos que conseguir que el Estado español, desde su puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se posicione a favor de la legalidad internacional y, por lo tanto, a favor del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. La sociedad española siempre ha mostrado su apoyo al pueblo saharaui, todo lo contrario de lo que han hecho los sucesivos gobiernos.
— ¿Cree que existe una nueva correlación de fuerzas en el Parlamento Español capaz de dar un giro en la política con respecto al Sáhara Occidental?
— Hasta ahora, los gobiernos españoles han olvidado su responsabilidad legal e histórica con el pueblo saharaui. Ahora hay una nueva composición en el Congreso que puede permitir que se adopten cambios en esta materia. Nuestro trabajo es exigir que se cierre el proceso de descolonización del Sáhara Occidental según dicta la legalidad internacional y Naciones Unidas. El pueblo saharaui lucha por volver a su territorio y por vivir de una manera pacífica en él. Nosotros reclamamos una causa justa, y su consecución será síntoma de que vivimos en un mundo más justo, un mundo menos bélico. Miles de saharauis son refugiados desde hace cuarenta años, otros muchos ven cómo la ocupación marroquí viola sus derechos más elementales todos los días. Los recursos naturales del Sáhara Occidental están siendo robados, saqueados, sin que esto beneficie en ningún momento a la población saharaui. Es una injusticia y España es responsable. Esperamos y exigimos a los nuevos representantes políticos que cierren este proceso, que se reconozca el derecho del pueblo saharaui y que se termine así con tanto sufrimiento al que estamos siendo sometidos como pueblo.
—En concreto, la llegada al Parlamento con fuerza de Podemos, un partido que se ha manifestado siempre en favor del pueblo saharaui… ¿Confían…?
—Yo plantearía esto de otra manera. Podemos, de momento, ha podido hacer lo que se ha propuesto. En muy poco tiempo han podido entrar en las instituciones y han dado un giro importante en la política española. Esperamos que no nos defrauden. Los partidos que han gobernado en España han prometido muchas cosas en la oposición y nos han defraudado cuando han llegado al poder. Yo creo que Podemos, como su propio nombre indica, puede no abandonarnos, puede cambiar en este sentido lo que se ha hecho hasta ahora. El conflicto saharaui es un problema también para España y la sociedad española. Las asociaciones que hay por todo el Estado y muchas fuerzas políticas e instituciones nos apoyan. Muchos partidos, además de Podemos, han mostrado su constante solidaridad con nuestra lucha, como IU y otros. La labor que tenemos que hacer es trabajar conjuntamente con toda esta gente, para conseguir que, de una vez por todas, los derechos del pueblo saharaui se materialicen.
— ¿Cuáles son los primeros pasos que exigen al Estado español de cara a que se materialice el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui?
— Lo primero es que se abran las puertas a la representación del Frente Polisario en España, que se nos reconozca. También pedimos que se denuncien las distintas realidades que sufre el pueblo saharaui, como las constantes violaciones de los derechos humanos en los territorios ocupados por Marruecos. España forma parte ahora del Consejo de Seguridad de la ONU y tiene la posibilidad histórica de desarrollar este aspecto. Además, España sigue siendo la potencia administradora y debe impulsar en el ámbito internacional la descolonización del Sáhara Occidental. Es importante también que se denuncien los Acuerdos Tripartitos de Madrid, que son ilegales y que vendieron el Sáhara a Marruecos en el año 1975. También tenemos que celebrar distintas actividades este año, pues es el 40 aniversario de la República Saharaui, y las instituciones españoles nos tienen que ayudar a visibilizar este aniversario. Todo esto lo pediremos conjuntamente con las asociaciones de amistad con nuestro pueblo, que, como he dicho, son muy numerosas en todo el Estado.
— La cooperación internacional del Estado español con los campamentos de población refugiada es muy importante. ¿Cuáles son las prioridades en esta materia?
— Es importante que crezca la ayuda humanitaria y la cooperación internacional con los campamentos de refugiados. Las prioridades que tenemos son el material escolar, para que la educación de los niños y niñas sea la adecuada, y la ayuda en el aspecto sanitario, en material médico y medicamentos para los hospitales. Desde que comenzó la crisis la ayuda oficial ha disminuido mucho entre España y los campamentos y eso se nota mucho allí. También, por supuesto, todo lo relacionado con las necesidades personales, que van desde la alimentación, hasta material para las viviendas. Recordamos que hemos tenido unas inundaciones recientemente por las lluvias y que se han destruido gran parte de los campamentos de Tinduf. La solidaridad del movimiento asociativo y de muchas instituciones del Estado español ha sido muy importante, pero seguimos necesitando más ayuda para reconstruir lo que se ha destruido.
—Usted es la primera mujer que desempeña este cargo tan importante para la estrategia diplomática del Frente Polisario. ¿Cómo se siente al respecto?
—Como en todas las sociedades del mundo, y también de nuestro entorno, las mujeres tenemos mucho que reivindicar y exigir para que se igualen nuestros derechos a los de los hombres. Sí que es verdad que la sociedad saharaui tiene en muy alta consideración a la mujer y desde la Unión Nacional de Mujeres Saharauis y desde el propio Frente Polisario se ha trabajado mucho en este sentido. Desde mi cargo, como hice cuando fui ministra del Gobierno de la República Saharaui, trabajaré para que los derechos de la mujer se reconozcan y se materialicen.
—¿Es clave el año 2016 para la resolución del conflicto saharaui, un año en el que parece que el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, viajará al Sáhara Occidental?
—Es un año muy importante. Tras 40 años de resistencia y de lucha es necesario que haya un cambio en la política internacional. El pueblo saharaui lleva muchos años de sufrimiento, pero la legalidad internacional y las distintas resoluciones de la ONU nos dan la razón. No hay ningún país en el mundo que reconozca la soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental. La ocupación marroquí es por la fuerza e ilegal. Es el momento de que la comunidad internacional reconozca nuestro derecho. Además, es importante que España juegue un papel activo desde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Recordamos que Timor Oriental, antigua colonia de Portugal, consiguió su independencia de la ocupación de Indonesia cuando la antigua potencia ocupante, Portugal, jugó un papel activo al respecto. Si el Estado español se implica, la independencia del Sáhara está cercana.
—Desde hace años, diferentes sectores de la sociedad saharaui reclaman una vuelta a la lucha armada como forma de desatascar el conflicto. ¿Se habló al respecto en el último Congreso del Frente Polisario? ¿Cuál es su opinión al respecto?
—Desde hace años, el Frente Polisario tiene esta posibilidad en mente. En el último Congreso, el Frente Polisario constató que la vuelta a las armas no es una opción, es una obligación. La obligación es la de defender a nuestro pueblo, que en los Territorios Ocupados ve cómo se violan sus derechos más elementales de una manera rutinaria. La situación allí es bélica, con constante presencia de las fuerzas ocupantes, con violencia, y con un aumento de los colonos marroquíes en el territorio que además de saquear los recursos naturales saharauis utilizan también la violencia para reprimir a nuestro pueblo. No obstante, nuestra convicción es la paz, por lo que intentaremos llegar a la solución de nuestro conflicto mediante la paz. Si no nos dejan alternativa, como está ocurriendo, volveremos a las armas, nos defenderemos.