Fuente: MARCA
El objetivo principal es obtener recursos para destinarlos a proyectos de ayuda humanitaria
Los campamentos de refugiados saharauis situados en Tindouf (Argelia) acogerán el 23 de febrero la 16ª edición del Maratón del Sáhara. Los objetivos de esta carrera solidaria son dar a conocer la situación de los desplazados del Sáhara Occidental y obtener recursos destinados a proyectos de ayuda humanitaria, en especial tras las lluvias torrenciales que en octubre provocaron la destrucción de más de 11.000 viviendas y afectaron a 90.000 personas.
Las zancadas en el desierto de cientos de corredores llegados de diferentes lugares del mundo, se convierten en medicamentos, en material escolar… en toneladas de solidaridad. El eco de estas pisadas, también, es la voz de un pueblo que lleva 40 años viviendo en el exilio. Luchando para que se cumplan los Acuerdos de Paz firmados en 1991 -y refrendados por la ONU- que acordaban un referéndum de autodeterminación para el Sáhara Occidental y que Marruecos se niega a cumplir, ante la incapacidad de la comunidad internacional de desbloquear la situación.
Semana de convivencia en las jaimas
Por eso, la verdadera carrera de fondo de los más de 200.000 refugiados saharauis es «resistir día a día» para que su lucha no caiga en el olvido, en uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra, la hamada argelina. Es por ello que el Maratón del Sáhara es muchísimo más que una carrera. Aquí se corre por solidaridad. Aquí se corre por apoyar a un pueblo injustamente tratado. Aquí se corre por dar voz a los condenados al olvido. Aquí se corre por la libertad.
Además de la aventura que supone correr por el desierto, ésta es una experiencia en la que los más de 400 participantes llegados desde los cinco continentes viven durante una semana con ellos en sus jaimas. De esta convivencia surgen relaciones que se mantienen de por vida, ya que la hospitalidad, alegría y generosidad de los saharauis llega al corazón.