Por Aby Athman* / 16 de marzo de 2016 – porunsaharalibre.org
Primero rompe relación con la Unión Europea por considerar el Parlamento Europeo ilegales los acuerdos económicos que incluyen los territorios ocupados del Sáhara occidental, y ahora pretende romper con Naciones Unidas enfrentándose directamente con su secretario general.
Esta situación que viene determinada por la cada vez más consolidada reafirmación de la Unión Africana como organización frontalmente opuesta a la ocupación de la última colonia del continente, el Sáhara occidental por parte de Marruecos condenando dicha ocupación como contraria a los principios y objetivos fundacionales de la organización africana.
No sabemos si esta situación de enfurecimiento por parte de las autoridades marroquíes beneficia al proceso de paz y a una solución definitiva del conflicto saharaui, pero sí puede afirmarse que Marruecos no quiere hablar de negociaciones, y parece que su estrategia de poner impedimentos durante 25 años al proceso de paz para que no se lleve a cabo el referéndum con la mediación de Naciones Unidas que concilió a las partes a sentarse de mutuo acuerdo a llegar a una solución justa y mutuamente aceptable por las partes. Sin excluir, claro, a la otra parte implicada en el conflicto que son los saharauis y su representante legítimo, el Frente Polisario que parece ser lo que pretende ahora Marruecos.
Pero lo que está claro que Marruecos está desplegando toda su diplomacia y artes sin importar el coste para dar a entender que la estabilidad monárquica y por lo tanto de la región está en el reconocimiento de una soberanía ilegítima marroquí sobre el Sáhara occidental. Lo que a ojos de la Unión Europea empieza a ser una contradicción legislativa al romper con los acuerdos económicos que incluyen el territorio saharaui ocupado por Marruecos, con lo cual se da por hecho que hablar del Sáhara occidental es hablar de un territorio “No Autónomo” en vías de descolonización y en un proceso de paz monitorizado por Naciones Unidas como ha sido corroborado por la reciente visita de su Secretario General Ban Ki-Moon en una gira que incluía Marruecos y que por la negativa de su máxima autoridad, Mohamed VI que justificando la imposibilidad de recibir a Ban por motivos personales, no ha podido ser. Más allá de esta visita y el encuentro de Ban Ki-Moon con las autoridades saharauis, indignó a Marruecos que el Secretario General hablara de una ocupación sobre el territorio saharaui basándose en el reconocimiento de la legalidad internacional y las resoluciones de Naciones Unidas sobre un territorio en proceso de descolonización auspiciado por la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (Minurso). Misión que Marruecos ahora amenaza con reducir y que tras las últimas manifestaciones resultado de un llamamiento contra Ban Ki-Moon y las Naciones Unidas, como la del pasado domingo 13 en Rabat que se anunció a nombre de sindicatos y partidos políticos y que cubría gastos de transporte y manutención de los participantes, fue un instrumento para manejar a la opinión pública sobre el Sáhara occidental, una muestra de vasallaje reflejada en algunos medios marroquíes como en los vídeos publicados por el diario digital Lakome en los que se preguntaba a algunos manifestantes al ser preguntados si sabían quién es Ban Ki-Moon, reaccionaban insultándole duramente sin saber de quién se trataba y a qué organización representa.
Todo esto ocurre mientras el movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui denuncia la situación de trece presos políticos saharauis que se encuentran en huelga de hambre desde el 1 de marzo, exigiendo su libertad llevando a cabo una campaña en redes sociales con el hashtag: #PesosGdeimIzik. Campaña que se solapa con la que habían iniciado jóvenes europeos que exigía ¡Referendum Ya!, #ReferendumNow.
Hoy ante esta situación no podemos dejar que se obvie la represión a la que está sometida la población saharaui que se encuentra bajo ocupación del régimen marroquí y menos el drama del exilio que llevan viviendo los refugiados saharauis en los campamentos de Tindouf desde hace más de cuarenta años, este es un momento decisivo en el que debemos hacer visible que se hace evidente que quien no colabora por la paz es Marruecos y cara a la opinión pública quizás sea el mejor momento de relanzar la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (#BDSSahara @SaharaBDS) para ejercer más presión para acabar con este apartheid avalado por fuerzas de interés detrás de las cuales están grandes potencias que contrariamente a los dictámenes y resoluciones tanto de la Unión Africana, así como de la Unión Europea y de las Naciones Unidas se oponen a que se respeten el derecho de autodeterminación y los derechos humanos para el pueblo saharaui.
#ReferendumNow #BDSSahara #PresosGdeimIzik
*Aby Athman es Responsable de UJSARIO en España y Coordinador Juventud Invisible Contra el Racismo