Fuente: Delegación Saharaui Madrid
Estamos asistiendo a una crisis sin precedentes en la historia moderna de las Relaciones Internacionales, donde un país ocupante y firmante de un Acuerdo de Paz de las Naciones Unidas, se salta todas las normas del Derechos Internacional y del escrupuloso respeto de las Decisiones y Resoluciones que conforman la Legalidad Internacional, con el silencio cómplice de algunos países influyentes en la escena Internacional.
Durante la visita del Secretario General de la ONU, Sr. Ban Ki Moon a los campamentos de refugiados saharauis y una zona de los Territorios Liberados del Sahara Occidental, bajo control del Frente POLISARIO y, a raíz de unas declaraciones en las que califica al Sahara Occidental, como lo que es, un territorio bajo ocupación marroquí y muestra su preocupación por la situación de los refugiados después de 40 años de exilio y refugio, hechos que incendiaron todas las alarmas en Marruecos y su reacción podría llevar a la región del Norte de África a una desestabilización, en momentos d máxima tensión a nivel internacional.
Ante estas declaraciones, Marruecos ha recurrido al método más infantil en el ámbito diplomático, expulsando al componente civil de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), además de una campaña mediática feroz contra el SG de la ONU. Con esta decisión, Marruecos, pretende vaciar de contenido a la MINURSO, transformarla en una Misión para el mantenimiento del alto el fuego y no para la celebración del referéndum y así, garantizar el Statu Quo actual del Territorio.
Durante las sesiones en las que se ha abordado el asunto del Sahara Occidental en el Consejo de Seguridad en los últimos días, se ha dejado claro que estamos ante una situación crítica y que podría poner en peligro la seguridad regional e internacional, debido a una decisión unilateral de una de las partes en conflicto, Marruecos, hecho que se contradice con todas las decisiones y resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Este contexto surge en un momento en que, por un lado, la resistencia pacífica del pueblo saharaui y su extremada paciencia siguen demostrando al mundo entero su apego a la vía pacífica como solución, a pesar de la intransigencia y permanente provocación de Marruecos y, por otro, además de las fronteras cerradas con Argelia, pone en alerta y peligro las fronteras con Mauritania dejando las puertas abiertas al retorno a las acciones bélicas con el Frente POLISARIO. Añádase el deterioro de sus relaciones con la Unión Europea a raíz de la decisión del Tribunal Europeo de anular los Acuerdos Agrícolas por la cuestión del Sahara Occidental.
¿Qué espera la Comunidad Internacional para reaccionar, algo más grave que esto? Además de su asilamiento a nivel de la Unión Africana, como sucedió antaño con el régimen del Apartheid. ¿Nos encontramos ante una reedición de esa parte triste de la historia?
Del Gobierno Español, los saharauis no esperamos nada, no lo hemos esperado ejerciendo de Gobierno, mucho menos estando en funciones. Pero tiene ante sí, una oportunidad inmejorable para enmendar el error histórico de la política exterior española.
FRENTE POLISARIO MADRID