30 de julio de 2016, porunsaharalibre.org
Los servicios secretos marroquíes están habituados a pagar a millares de personas dentro y fuera de Marruecos, ciudadanos marroquíes y personas de otros países, que se dedican 100% a «vender la imagen» de Marruecos y defender la mentira de que el Sahara Occidental es marroquí.
Marruecos está convencido de que la repetición de una mentira una y otra vez hace que se convierta en realidad.
Pero no está satisfecho con la difusión de mentiras, que sienten la necesidad de atacar a los que cuentan la verdad. En Marruecos y en el Sahara Occidental lo hacen ejerciendo la fuerza bruta, la represión, la tortura y las detenciones arbitrarias, secuestros e incluso la expulsión de los extranjeros.
En las organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y la Unión Europea, recurren a los insultos y la intimidación de activistas y defensores de los derechos humanos, hasta el punto de ser llamado a la atención por las fuerzas de seguridad de la ONU.
En las redes sociales recurren a la difamación, los insultos, el lenguaje ordinario y la difamación sin conseguir nunca transmitir su mensaje basandose en hechos.
Los medios de comunicación que denuncian la situación de los territorios saharauis ocupados, están bajo vigilancia constante y sufren ataques informáticos.
Las personas que envían sus opiniones en las redes sociales se clasifican como «agentes de Argelia.» Una práctica recurrente por uno de los instrumentos Majzen, el CORCAS, que es muy activo en twitter.
Utilizan esta clasificación, diciendo que somos agentes de argelia y asalariados de los servicios secretos argelinos, porque no pueden concebir que exista alguien que no sea pagado y no sea un soplón. Para las autoridades de Marruecos es incomprensible el concepto de la justicia y la verdad.
Marruecos mantiene toda su existencia en un estado de terror y control, al igual que los regímenes fascistas de Portugal y España durante décadas, con la censura y la opresión.
La reciente anuncio de la formación de más de 5.000 «jóvenes» marroquíes que sean activos en las redes sociales y el reciente discurso del Rey demuestra que Marruecos teme la denuncia de la verdad.
Cuantos mas ataques a sitios web y blogs realice Marruecos, más se hace evidente que la mentira que intentan vender no está teniendo la aceptación en el mercado que al rey le gustaría que tuviese.