Fuente: El Confidencial
Naciones Unidas, 7 sep. – Fuerzas de seguridad de Marruecos y del Frente Polisario continúan situadas frente a frente en el sur del Sáhara Occidental, según advirtió hoy la ONU, que pidió moderación a las dos partes para evitar que la actual tensión lleve a una vuelta de las hostilidades.
Stephane Dujarric, portavoz de la organización, dijo en una conferencia de prensa que la situación en la zona de Guerguerat, en el extremo sur del Sáhara Occidental, sigue siendo «tensa».
A mediados de agosto, Marruecos anunció una «operación de limpieza» en este área con el fin de combatir tráficos ilegales, una acción denunciada por el Polisario como una violación del alto el fuego y a la que respondió con la movilización de efectivos.
Además, Rabat inicio trabajos de asfaltado de una carretera entre su puesto aduanero de Guerguerat y la frontera mauritana, más allá del muro defensivo marroquí y dentro de la llamada «zona tampón», en un área que la organización saharaui considera «territorios liberados«.
Según explicó hoy Dujarric, «a pesar de los esfuerzos de la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso) para calmar la situación entre las partes, elementos de seguridad tanto de Marruecos como del Frente Polisario han mantenido sus posiciones en la carretera, aproximadamente a unos 120 metros los unos de los otros».
La Minurso, explicó, ha enviado observadores militares desarmados entre las dos partes en un intento por «mantener la calma».
Al mismo tiempo, altos responsables de Naciones Unidas han estado en contacto con las partes y con países «clave» para pedir «moderación e identificar opciones para una solución aceptable a la actual crisis», señaló el portavoz.
«Cualquier vuelta a las hostilidades, con potencial para tener implicaciones regionales más amplias, sigue siendo motivo de preocupación importante», añadió Dujarric.
El pasado 28 de agosto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ya urgió a las dos partes a retirar todos los elementos armados de esa zona y a mantener la situación.
El Consejo de Seguridad de la ONU también ha analizado la situación, aunque no se ha pronunciado oficialmente a la espera de tener más detalles.
Esta crisis llega después del conflicto diplomático vivido entre Marruecos y Naciones Unidas a raíz de la expulsión en marzo de gran parte del personal civil de la Minurso en respuesta a unas palabras de Ban que no gustaron a Rabat.
Tras meses de discretas conversaciones, las dos partes alcanzaron un acuerdo para restaurar progresivamente la misión, un proceso que se inició en julio con la vuelta de 25 de los 73 empleados expulsados.
Aunque no dio detalles sobre la situación actual, Dujarric dijo hoy que por ahora la Minurso no ha recuperado su «plena capacidad».