DAJLA (CAMPAMENTO DE REFUGIADOS SAHARAUIS EN TINDUF (ARGELIA).- El primer ministro de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática), Abdelkader Taleb Omar, trae la lección aprendida. A la primera pregunta del periodista lanza la advertencia: «O la ONU se mueve o el conflicto va a estallar». Este es uno de los pocos elementos de presión que puede utilizar un Frente Polisario de puertas para afuera. Y así lo ha hecho habitualmente. Sin embargo, Taleb Omar dice que ahora es diferente y explica que la vía diplomática surgida con el alto al fuego de 1991 está prácticamente agotada.

Recibe a Público en un edificio del campamento de refugiados de Dajla. Se muestra cordial y agradece el apoyo recibido por la sociedad civil española. También la de los periodistas que han acudido a cubrir la XIII edición Festival Internacional de Cine Fisahara, pero rápidamente entra en materia. Insiste en que hoy por hoy las tropas de Marruecos y del Frente Polisario se encuentran a poco más de 120 metros. De momento nadie ha disparado, a pesar de que el Reino alauita ha violado el acuerdo de paz de 1991. Pero la paciencia de un pueblo agotado y condenado a vivir en la sala de espera de la vida siempre tiene un límite. La pregunta es hasta cuándo.

Hace dos años usted me dijo que abril de 2015 era la fecha límite de la ONU para reorientar el conflicto. Que si no se reorientaba el Frente Polisario podría volver a las armas. Ha pasado un año y medio desde entonces. A simple vista, todo sigue igual.

Hay cambios. Marruecos ha mostrado su debilidad expulsando al personal civil de la Minurso (la misión de la ONU para la celebración de un referéndum en el Sáhara Occidental), pidiendo su ingreso en la Unión Africana tras 32 años de ausencia, o violando el acuerdo de paz de 1991. La violación de Marruecos de este acuerdo de paz ha llevado a que las tropas marroquíes y saharauis estén solo a 120 metros de distancia. En cualquier momento puede pasar cualquier cosa. Es que ya no hay más margen de maniobra.

La vía que se abrió en 1991 está llegando a su fin. O tenemos un desenlace hacía un proceso pacífico de independencia del Sáhara Occidental o, de nuevo, volverán a hablar las armas. Estamos en esa situación. Algo tiene que ocurrir. Es urgente que la ONU tome conciencia de esto y que se mueva antes de que ocurra lo peor. Las cosas están llegando a unos límites donde tienen que inclinarse hacia una postura u otra.

La efectividad de una amenaza de guerra desciende cuanta más veces se utiliza. Y el Polisario lleva muchos años repitiendo una consigna similar

Pero la situación es así. Las tropas de ambos países están muy cerca. Marruecos siempre ha aparentado colaborar con la Minurso, pero ahora ya se ha quitado la careta y ha dejado claro que no quiere un referéndum de independencia en el Sáhara. Antes siempre decía que respetaba la legalidad internacional. Ahora las cosas ya están claras para todo el mundo. O la ONU toma posiciones claras o Marruecos va a pasar las líneas rojas que hemos marcado y el Polisario será libre para responder. Nuestra respuesta será como la que ya hemos tenido recientemente: poner el ejército ahí y advertir a Marruecos de que si pasa, habrá guerra. Es una demostración de que los saharauis pueden pasar a la acción.

«Marruecos no es una gran potencia. La historia de los saharauis se puede comparar con la historia de muchos países, como por ejemplo la de Timor e Indonesia o la de Argelia y Francia»

¿No se trata de un farol? ¿De un método de presión?

No. Los hechos están ahí. Hay 120 metros de distancia. O la ONU hace algo o los saharauis están dispuestos a ir a la guerra.

¿Usted de verdad cree que el Frente Polisario puede ir a la guerra contra una gran potencia militar como es Marruecos? 

Marruecos no es una gran potencia. La historia de los saharauis se puede comparar con la historia de muchos países, como por ejemplo la de Timor e Indonesia o la de Argelia y Francia. Eran pocos ciudadanos frente a las potencias colonizadores, pero estos países ganaron gracias a su resistencia y pudieron imponer sus legítimos derechos a la libertad. El Sáhara no puede ser la excepción. Hoy todo el mundo reconoce nuestro derecho a la autodeterminación y ningún país reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Es una fuerza de ocupación. La cuestión está clara en el Derecho Internacional. Marruecos está ahí por la fuerza. Los saharauis están sufriendo pero están unidos y determinados.

Pero reconocerá que sobre el papel parece una derrota segura. ¿Puede correr con ese riesgo?

Nosotros no partimos de algo teórico. Hemos estado 16 años en guerra contra Marruecos y aquí estamos. Los saharauis han tenido miles de prisioneros marroquíes, hemos recuperado material de guerra y la historia lo evidencia. Los saharauis han demostrado su capacidad de resistir. Y podemos repetirlo. Ahora somos más numerosos, más experimentados, más conocidos a nivel mundial. Antes nadie nos conocía y no teníamos experiencia.

¿Esta linea más dura tiene que ver con la elección del nuevo presidente?

Somos una organización con un programa político consensuado con todos los militantes. Los líderes pueden ir o venir, pero hay un programa político. Se puede cambiar en el estilo, pero en políticas, no. Son las condiciones y el desarrollo del conflicto los que están creando estos cambios, no las personas.

Me sorprendió mucho que una de las condiciones para presentarse a presidente era haber participado en la guerra como dirigente. 

El Polisario considera que aún estamos en un período de lucha por la liberación. Para la liberación se necesita la preparación del Ejército y un dirigente militar con experiencia. Por tanto, es un requisito para este período de lucha en el que se encuentran los saharauis. Por eso, eligen a un dirigente con experiencia militar. Aunque hay otras opciones diplomáticas, no se descarta que todos debemos estar listos para la guerra y por eso un dirigente con experiencia.

¿Y no es una limitación al derecho a elegir a un presidente de todos los saharauis?

Son los congresistas del Polisario los que eligen esto para demostrar que se mantiene esa línea de lucha de liberación. El presidente es el jefe supremo de las fuerzas militares del Polisario. Un jefe debe saber dirigir y estar a la altura militar. El ejemplo no es que el dirigente debe mandar y estar en casa, sino que debe estar frente a las tropas militares. Somos un movimiento de liberación que anima a la gente con su propio ejemplo.

«El Polisario considera que aún estamos en un período de lucha por la liberación. Para la liberación se necesita la preparación del Ejército y un dirigente militar con experiencia»

Una de las grandes novedades en esto conflicto es la elección del nuevo secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres. Estuvo en los campamentos de refugiados, ¿qué opinión le merece?

Estuvo aquí y lo encontramos una persona sensible a las dificultades de la gente. Se entrevistó con los refugiados y con nosotros. Fue una persona amable, sociable, no puso obstáculos entre él y la gente. Esperamos que ese espíritu y forma de ser la convierta en política.

En España parece que se aclara la investidura de Mariano Rajoy. ¿Pedirán una reunión con el nuevo Gobierno para que ponga el foco sobre el conflicto saharaui durante su presidencia en el Consejo de Seguridad?

Nosotros nos interesamos muchísimo por lo que sucede en España porque lo que pase allí repercute en nosotros. Los anteriores gobiernos nos han defraudado. Tanto el PSOE como el PP y el PP peor que el PSOE. Es una realidad que está ahí. Tenemos esperanzas de que las cosas mejoren porque hay nuevas fuerzas políticas que se expresan mejor a favor del pueblo saharaui. No obstante, siempre queremos lo mejor para España porque si mejoran nosotros lo notamos y si empeora también. Cuando inició la crisis notamos mucho la disminución de ayuda. Deseamos lo mejor para España y que tenga lo antes posible un gobierno.

¿Se repite el mismo guion? ¿Les apoyan en la oposición y no en el Gobierno?

El Partido Popular tuvo palabras excelentes con nosotros mientras estaba en la oposición. Iban a hacer de lo mejor de lo mejor, pero ya en el poder hizo otra cosa.

¿Y con Unidos Podemos y Ciudadanos? ¿Han hablado?

Todos han expresado posiciones excelentes a favor de la causa saharaui. Tanto Unidos Podemos como Ciudadanos. Esto nos anima, pero también esperamos que se concrete más. La Comisión de Justicia ha adoptado la resolución de considerar saharauis como país que ha tenido una relación histórica con España, como los países latinoamericanos o Guinea. Eso es un paso positivo, pero nosotros reclamamos que se reconozcan las instituciones y la situación general del pueblo saharaui y que no solo nos reconozcan a título individual.

«Nosotros nos interesamos muchísimo por lo que sucede en España porque lo que pase allí repercute en nosotros»

¿Teme el Polisario que esto pueda ser un arma de doble filo y supongo un incentivo muy potente para salir de estos campamentos?

Ya existe esa diáspora y sufre por los papeles. Gente que tiene sus casas aquí, salen y luego vuelven. La decisión de la Comisión de Justicia facilita la comunicación, la movilidad y tenemos la confianza de que no va a suponer una separación. No tenemos ningún problema con la doble nacionalidad. Los saharauis en el extranjero ayudan a sus familiares aquí y ayudan a reconocer a la causa saharaui en otros sitios. Lo vemos como un punto positivo que fortalece la lucha sharaui. Los que tienen nacionalidad española no se han desarraigado de sus raices saharauis.

Uno de los problemas que está habiendo desde que gobierna el PP es el alto índice de denegaciones por parte de España de visados sanitarios. ¿Se ha averiguado ya a qué se debe?

Se debe a los recortes que se han hecho en España. Se puede relacionar con la crisis y las medidas que el Gobierno del PP impuso. Esperamos que cuando se mejore la situación en España esto se corrija. También coincidió con la llegada del PP y sus posiciones duras en algunos aspectos. Antes, el PSOE facilitaba los visados sanitarios y fortalecía la cooperación económica y la ayuda humanitaria hacia los saharauis. Es una diferencia radical entre el PP y el PSOE aunque en posiciones políticas van en la misma dirección.

¿El Frente Polisario no tiene ninguna responsabilidad? ¿No ha habido nunca miedo a que se vayan a España por motivos de salud y nunca regresen?

Ninguna. Somos el mismo Polisario. Nos hemos comportado igual tanto con los gobiernos del PP como con los del PSOE. Lo que ha cambiado son los gobiernos de España, no el Polisario. Y no, no tenemos ningún miedo. Si el Polisario tuviera ese miedo no facilitaría ni pasaportes ni autorizaciones. El Polisario sigue presentando listas y peticiones para que la gente salga. La gente que tiene el pasaporte está saliendo y viniendo. Es la demostración de que consideramos la nacionalidad como un elemento muy positivo. Animamos a España a que facilite los visados. Aquí todo el mundo es libre de moverse. La gente se mantiene aquí por su propia convicción y no por otra cosa.