4 de noviembre de 2016, porunsaharalibre.org
La semana pasada las lluvias torrenciales devastaron los territorios ocupados del Sáhara Occidental, y en particular la capital, El Aaiún.
El río que divide la ciudad y desemboca en el mar se desbordó arrastrando todo lo que encontró en el camino, ganado, coches, personas, edificios, carreteras y puentes.
Además de algunas muertes y grandes daños a la población saharaui, también tuvo un efecto paralizante sobre el transporte de todos los recursos naturales y la pesca Marruecos roba ilegalmente en este territorio.
A pesar de la gran publicidad y el teatro montada por el ocupante ilegal, el Reino de Marruecos no invierte efectivamente nada en los territorios ocupados que no esté conectado directamente al salvaje saqueo.
Marruecos ocupa el Sahara Occidental por la inmensa riqueza que roba a diario y cuyo lucro es tan alto que justifica la presencia de cientos de miles de militares, policías y otras fuerzas de represión, así como el mantenimiento de un muro de 2.720 kilómetros de extensión en el que se estima que se hay desplazados más de 200.000 soldados, además de las posiciones avanzadas con tecnología militar puntera con un costo de varios millones de dólares por día.
Esta semana quedo claro que, si las carreteras y puentes en los territorios ocupados no están operativos las pérdidas para Marruecos son elevadísimas, causando un factor más de estrés a un régimen que no sólo se enfrenta a la oposición de la población saharaui, ahora también en Marruecos, en la zona del Rif, hay levantamientos diarios contra el poder corrupto y asesino.
Recordamos aquí la conversación mantenida por Hassan II con su padre. Hassan II preguntó a su padre que haría si 2 millones de marroquíes estuviesen a favor del Rey y un millón por el fin de la monarquía. Su padre respondió que no sabía muy bien qué hacer. Hassan II, sin embargo dijo que lo sabía muy bien. Extinguir el millón, ya que prefería ser recordado como el sanguinario que abdicar del poder. Esta conversación tuvo lugar a raíz de disturbios y revueltas en Marruecos.
Mohamed VI también ha declarado recientemente que el Sahara siempre será marroquí, que no renuncia a este territorio bajo ningún pretexto. Esta afirmación que entra en confrontación directa con la negociación establecida después del alto el fuego de 1991 y que va en contra de todas las resoluciones de la ONU.
Hasta el momento la población saharaui en los territorios ocupados ha resistido de forma pacífica a pesar de la sangrienta persecución de la que es víctima todos los días. Estos acontecimientos recientes han puesto de manifiesto y revela el talón de Aquiles del ocupante, si no consigue transportar lo que roba.