Hoy 23 de enero se ha reanudado el juicio civil del grupo de Gdeim Izik, en el tribunal de primera instancia de Sale (Rabat), juicio que había sido suspendido el pasado 26 de diciembre.
Los presos entraron en la sala gritando consignas en árabe y español exigiendo el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y que estaban siendo juzgados por ser saharauis y activistas en defensa de los derechos humanos.
Al juicio has asistido más de 40 observadores internacionales, de lo que 33 estaban acreditados por la Fundación Sahara Occidental. Los observadores provienen de diferentes nacionalidades como Noruega, Dinamarca, Holanda, República Checa, Lituania, Irlanda, Italia, Portugal, España y Sahara Occidental. También han estado, como observadores, representantes de las embajadas de Noruega, Suiza y Unión Europea.
El juicio ha contado con un gran despliegue de medios de comunicación entre los que se encontraban 5 medio españoles como el Diario El País.
Solamente se ha permitido la entrada de un miembro de la familia de cada preso.
La situación de los presos durante el juicio sigue siendo la misma que la del día 26 de diciembre, han sido recluidos dentro de una urna de cristal desde la que no podían oír lo que se decía.
También para los observadores ha sido muy difícil seguir el juicio ya que el sistema de traducción ha sido un caos, dificultando diferenciar quien estaba hablando en cada momento.
El juicio se inició, pasadas las diez de la mañana, con deliberaciones sobre procedimiento, continuando las discusiones del día 26, y con el llamamiento de los presos que han sido llamados uno a uno, con la excepción de Mohamed Ayubi, que debido a su delicado estado de salud no ha sido trasladado al tribunal.
La defensa ha pedido que se aplace el juicio hasta que se pueda asegurar la presencia de Mohamed Ayubi, a lo que el procurador general del rey se ha negado alegando que su proceso debería ser separado del resto de los presos y tras airadas discusiones el tribunal ha decido que Mohamed Ayubi deberá presentarse a juicio el próximo 13 de marzo.
También ha sido presentada una queja por parte de la defensa, a la que se han incorporado dos nuevos abogados, a los que no se le ha permitido visitar a los presos no pudiendo contactar con sus clientes y preparar la defensa convenientemente. Esta protesta ha sido rechazada por el presidente del tribunal, que afirmó que desde la suspensión de hoy y la reanudación del juicio mañana a las 10 de la mañana, tienen tiempo suficiente para preparar la defensa.
Varios de los presos tomaban notas en libretas hasta que el presidente del tribunal y el procurador general decidieron ordenar retirarles las libretas y bolígrafos, lo que provoco un disturbio, ya que parte de los presos se negaban a entrar en la sala si les impedían tomar nota de su propio proceso.
Los presos han sido sacados de sus celdas a las cuatro de la mañana y trasladados al tribunal, donde han sufrido de la espera sin ningún tipo de ayuda para soportar las frías temperaturas de esas horas. El juicio ha terminado pasadas las 6 de la tarde tras varias interrupciones y un descanso para comer.
A las afueras del tribunal los saharauis se han manifestado de una forma masiva en apoyo a los presos y exigiendo su inmediata liberación. En frente a ellos se encontraban grupos de marroquíes, organizados y pagados por el gobierno marroquí, que en todo momento se dedicaron a amenazar, increpar e insultar a los saharauis que de manera no violenta expresaban su apoyo al grupo de Gdeim Izik.
Dentro de la sala había más de 60 agentes de las fuerzas policiales marroquíes, algunos de uniforme y otros de paisano, lo que provoco que prácticamente no hubiese plazas para los observadores.