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Equipe Media y otros grupos de comunicación saharauis alertan de una nueva ola de detenciones, condenas, ataques físicos y represalias contra los periodistas saharauis, e instan a las organizaciones internacionales de derechos humanos a ejercer presión sobre Marruecos para que respete el derecho a la libertad de información en el Sahara ocupado.
En 2016 hubo varios periodistas internacionales expulsados a la fuerza de los territorios ocupados del Sahara Occidental.
El Reino de Marruecos quiere silenciar y aislar al pueblo saharaui, para permitir la venta de una imagen que no se corresponde con la realidad.
Este territorio no es comparable en términos de aislamiento a cualquier otro, rodeado por un muro de 2.720 kilometros con una alta foritificación militar, y con apenas dos entradas terrestres con puestos fronterizos ilegales de Marruecos, sin la presencia de cualquier organización internacional en el terreno o consulados o embajadas y con un contingente de paz de la ONU (MINURSO), que fue expulsado en 2016 y aún no ha vuelto a conseguir su plena capacidad. Sin embargo la MINURSO no es una garantía de seguridad, ya que es totalmente ineficaz para llevar a cabo su tarea assignada en 1991 y que continua por concretizar, la celebración de un referéndum de autodeterminación. El Sahara Occidental, ocupado por Marruecos desde 1975, es prácticamente inaccesible para los medios de comunicación y observadores internacionales de derechos humanos, decenas de periodistas y observadores internacionales fueron expulsados del territorio o la entrada les fue denegada. En enero de 2017 fue expulsado por la fuerza, Robert McShane, periodista de “The Economist” y amenazado.
Ahmed Ettanji de Equipe media, hace una breve descripción de las diferentes violaciónes sufridas por periodistas saharauis y periodistas extranjeros que logran entrar en el territorio.
El joven periodista dice que la persecución de Marruecos incluye detenciones, acusaciones y condenas contra periodistas como el caso de Walid Brahim Laajail y Batal; agresiones físicas y confiscación de materiales de gravación contra los activistas de vídeo como Nazha El Khalidi; o venganza contra el periodista preso Mohamed Banbari cuando trató de llamar la atención internacional sobre su caso y contra Mohamed Mayara por su activismo.
También llama la atención sobre la sentencia de 26 de diciembre pasado contra el periodista Bachir Khadda y otros 24 activistas saharauis, previamente condenados por un tribunal militar por su participación en el campamento de protesta de Gdeim Izik. Además, el equipo de televisión estadounidense Democracy Now!, que visitó la ciudad de El Aaiún entre el 18 y el 22 de noviembre del año pasado, fue sometido a hostigamiento y vigilancia constante por parte de las autoridades marroquíes.
En ausencia de observadores internacionales, los periodistas saharauis son la única fuente de información sobre las graves violaciónes de los derechos humanos que ocurren diariamente en el territorio. Estos activistas arriesgan su seguridad e integridad física al grabar y compartir imágenes de las manifestaciones pacíficas y la represión policial que sufre la población civil, saharaui.
La solidaridad y la denuncia de la comunidad internacional y especialmente la profesión de los compañeros es urgente.
Adjuntamos un informe detallado que nos fue facilitado por el Equipe Media.
Informe Videoactivistas Sahara by porunsaharalibre.org on Scribd
Western Sahara Journalist Alert by porunsaharalibre.org on Scribd