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Sidi Abdallahi Abahah, uno de los presos políticos saharauis del grupo de Gdeim Izik, afirma que el único delito del que pueden ser acusados es ser hijos de un territorio muy rico.
“Tenemos de todo: fosfatos, pesca, petróleo, minas de agua, playas, sol, viento y minería sin explotar. Nuestra riqueza es la maldición de nuestro pueblo”.
Abahah fue condenado a cadena perpetua en 2013 por un tribunal militar, víctima de la tortura extrema y secuestro por las autoridades de ocupación marroquíes.
Uno de los 21 detenidos, uno de los 24 acusados.