Por Jalil Mohamed / mundiario.com
Dos meses después de su incorporación a la Unión Africana y poniendo fin a 3 décadas de autoexilio, Marruecos rechaza la primera solicitud oficial por parte del Consejo de Paz y Seguridad para abordar los últimos acontecimientos en el Sahara Occidental.
En su primer examen ante la Unión Africana, organización a la que se unión el pasado mes de enero, el reino de Marruecos evadió la primera reunión convocada por el Consejo de Paz y Seguridad para abordar los últimos acontecimientos y crisis en el Sahara Occidental, país miembros de la organización y que parte de su territorio aún sigue bajo ocupación de su vecino del norte.
Presidido por Sudáfrica, el consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana convocó las partes en conflicto, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y Marruecos, para exponer ante los 15 miembros del consejo la situación marcada por las crecientes tensiones a raíz de la violación del alto el fuego parte de Marruecos en la región del Geurguerat, sur del Sahara Occidental.
La ausencia de Marruecos y la continuidad de la política de “silla vacía” dan un giro de 180º al discurso conciliador de Mohamed VI en la clausura de la 28 cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana. Desvelando de esta forma algunas de las incógnitas que han acompañado la incorporación marroquí al organización aceptando sin condiciones el acta constitutiva y el reconocimiento al estado Saharaui.
Algunos miembros del consejo no tardaron en mostrar su asombro ante la ausencia del reino de Marruecos y la falta de respuesta ante la invitación formulada para tomar parte en los trabajos de la comisión más importantes de la Unión Africana. Para otros significó una clara contradicción a las intenciones mostradas por Marruecos durante la pasada cumbre, en la que el rey Alauí expreso las intenciones de su país a trabajar y cooperar con la unión africana para garantizar la paz y la estabilidad en el continente.
Por su parte, la delegación saharaui estuvo representada por el canciller, Mohamed Salem Salek, y el ministro delegado para África, Jalil Hamdi Mayar, y llamaron a seguir intensificando las labores para obligar a Marruecos a cumplir con sus compromisos internacionales y poner fin a su ocupación al Sahara Occidental, además poner en prácticas sanciones contra la parte que obstaculiza el proceso de paz auspiciado por Naciones Unidas y la Unión Africana.
El Consejo de Paz y Seguridad finalizó su sesión de trabajo condenando las continuas violaciones de derechos humanos por parte de Marruecos en las zonas ocupadas del Sahara occidental y haciendo especial referencia a los 25 presos políticos del grupo de Gdeim Ezik, condenaos a penas ilegales que oscilante ente la cadena perpetua y los 20 años de prisión.
Por otra parte, la Unión Africana llamó al consejo de seguridad a completar el contingente de la misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) y renovar su mandato ampliando sus competencias para que pueda velar por los derechos humanos del pueblo saharaui.