Omar Hilale: Líder diplomático o líder pandillero? D. R.
La reunión del Comité de Descolonización, que tuvo lugar del 16 al 18 de mayo en San Vicente y las Granadinas, estuvo marcada por un incidente grave causado por la delegación marroquí encabezada por el embajador Omar Hilale, Representante Permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas. En el intercambio de argumentos tras un amplio debate sobre la cuestión del Sáhara Occidental, en el que varios miembros de la Comisión rechazaron una excepción de admisibilidad a la petición marroquí de admitir a dos representantes títeres elegidos en El Aaiún y Dajla, la delegación marroquí decidió dirigir provocaciones, injurias e insultos a varias delegaciones cercanas a Argelia. Peor aún, los miembros de la delegación agredieron físicamente a un miembro de la delegación argelina, causando una interrupción de la sesión de más de tres horas e interrupción de los trabajos de la reunión. La delegación marroquí tuvo el atrevimiento de afirmar que sus miembros habían sido víctimas de palizas por un miembro de la delegación argelina.
En una escena donde el ridículo disputó el grotesco, la delegación marroquí, compuesta por un número anormalmente elevado de quince miembros, informó a los delegados en el salón que uno de sus miembros, de los servicios de seguridad oficial marroquí era una víctima. Esta afirmación no fue más que una maniobra, que no escapó a las muchas delegaciones participantes en la reunión fue, con el fin de desviar el curso normal de los trabajos e impedir que el Comité de Descolonización adopte sus recomendaciones en serenidad, especialmente desde que estas recomendaciones no coincidían con ninguna de las propuestas marroquíes y fueran claras al reafirmar al Frente Polisario como el único representante legítimo del pueblo saharaui.
Ya en el debate de fondo, el embajador marroquí había tenido una reacción desproporcionada y, como mínimo, sorprendente, a una declaración del jefe de la delegación argelina, que exponía la posición de Argelia sobre la descolonización y particularmente sobre la cuestión del Sáhara Occidental. El diplomático argelino refutó todas las alegaciones hechas por el embajador de Marruecos. Y expuso la ocupación predatoria por Marruecos del territorio del Sáhara Occidental, la opresión de su pueblo, la carrera desenfrenada de tácticas por parte Marruecos para posponer indefinidamente la realización del referéndum, la violación sistemática de los derechos humanos en los territorios saharauis ocupados y el impedimento de entrada a cualquier misión de investigación, así como parlamentarios y periodistas, el jefe de la delegación argelina, una vez más, reveló de forma metódica ante los miembros de la Comisión de descolonización la verdadera cara de la colonización marroquí del Sáhara Occidental y sus prácticas medievales, lejos de la imagen idílica que se esfuerza por transmitir la propaganda oficial marroquí.
Hay que recordar que esta no es la primera vez que una delegación marroquí se distingue de una manera escandalosa en un foro internacional. Ya, en el pasado, muchos incidentes fueron relatados en Nueva York con motivo de la revisión por la Asamblea General de la cuestión del Sáhara Occidental, la delegación marroquí se distinguió a través del comportamiento que roza la histeria en relación con todos los delegados que se niegan a alinearse con las tesis anexionistas de Marruecos.
El incidente que permanece grabado en la memoria es probablemente el de que junio de 2016 tras el cual el presidente tuvo que, de forma excepcional, recurrir a la brigada especial de seguridad de la ONU para lidiar con un ataque desencadenado por la delegación encabezada por el mismo embajador Omar Hilale .
El embajador de Marruecos es conocido ante las Naciones Unidas por la diatriba e invectivas. Sin embargo, el añadió en San Vicente y las Granadinas otra actuación a su currículum, que se aproxima más a un líder de pandilla que a un diplomático.
Karim Bouali