Fuente: lavanguardia.com
Las organizaciones Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) instaron a Marruecos a evitar que el veredicto previsto contra 24 activistas saharauis, procesados en el macrojuicio de Gdaim Izik, se apoye en confesiones conseguidas bajo tortura.
«Marruecos ha dado un paso positivo al ordenar un nuevo juicio en un tribunal civil, pero tiene que garantizar que nadie va a ser condenado en base de pruebas obtenidas mediante tortura,» dijo la directora de Oriente Medio y Norte de África para HRW, Sarah Leah Whitson.
Las declaraciones de Whitson fueron recogidas en un comunicado conjunto emitido por HRW y AI.
La directora de Investigación para el Norte de África de AI, Heba Morayef, dijo en la misma nota que la Justicia marroquí no debe tener en cuenta las declaraciones que los acusados hicieron a la policía de forma forzada.
En febrero de 2013, el Tribunal Militar de Rabat sentenció a esos activistas saharauis a penas de entre 20 años y cadena perpetua por su supuesta implicación en la muerte de once agentes de marroquíes en los disturbios registrados en noviembre de 2010 durante el desmantelamiento del campamento de protesta de Gdeim Izik, a las afueras de El Aaiún.
En julio del año pasado, el Tribunal de Casación marroquí ordenó repetir el juicio en una corte civil.
La mayoría de los procesados en este caso están acusados, entre otras cosas, de «formar una banda criminal», «usar la violencia contra las fuerzas del orden mientras ejercían su función» y asesinato.
El juicio de Gdaim Izik fue criticado por distintas organizaciones no gubernamentales como Human Rights Watch (HRW), que pidió que se revisen las condenas contra los saharauis.