Embajadora saharaui retenida en el aeropuerto de Lima desde el 9 de septiembre
Congresistas de la Liga parlamentaria de Amistad con Marruecos quieren impedir que entre en Perú
Alfonso Lafarga. Contramutis .- Jadiyetu El Mohtar, embajadora en misión especial de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) a la que no se permite entrar en Perú y que se encuentra retenida en el aeropuerto de Lima desde el 9 de septiembre, está dispuesta a agotar todas las vías legales en su lucha por la causa del pueblo saharaui.
La diplomática saharaui, que fue a Perú para entrevistarse con el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, por encargo del presidente saharaui, Brahim Gali, según habían concertado previamente ambos mandatarios, se muestra contundente: “Estoy dispuesta a llegar hasta donde la ley me permite para restablecer mis derechos fundamentales como persona y resarcir el agravio a mi pueblo y a mi causa”.
La embajadora saharaui explica a Contramutis el proceso que ha llevado a una diplomática a estar retenida en una dependencia del aeropuerto internacional Jorge Chávez:
“Esto es una resolución de migraciones sin autorización judicial, en la que se emite una orden de prohibición de entrada a través de una alerta roja con fecha y nulidad el 18 de agosto, basada en la petición de dos congresistas de la bancada fujimorista, presidente y miembro de la Liga parlamentaria de Amistad con Marruecos, que alegan usurpación de cargo -para ellos no soy embajadora en misión- y que pongo en grave peligro las privilegiadas relaciones con el Reino de Marruecos”.
“Exijo resolución judicial por escrito, reclamó el respeto de mis derechos fundamentales y eso les complica su intención de deportación. Se interpone un habeas corpus por mis abogados, migraciones me ofrece firmar una autorización de ingreso al país con la condición de retirar el habeas corpus y no declarar nada contra terceros países; renuncio porque exijo que se me especifique quien es ese `tercer país` puesto que no me consta denuncia de ningún país”.
Jadiyetu El Mohtar, que anteriormente fue la representante de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) en España, afirma que la resolución del habeas corpus se ha retrasado “porque con el afán de migraciones de buscar una salida que respalde su atropello pidieron retirar el expediente del juzgado número 19 de Lima, donde se derivó el primer día, y se pasó, de manera inexplicable, al juzgado 33. Se espera que el miércoles el juez -a fin a sus intereses, pero que tiene difícil emitir un pronunciamiento sin fundamentos legales- emita su sentencia”.
Dimensión internacional del caso
Dice que si el fallo judicial es favorable podrá entrar en Perú mientras migraciones recurre, pero si es adverso recurrirá y tendrá que permanecer otros 4 o 5 días más en la oficina del aeropuerto hasta que se resuelva el recurso, resolución que cree no se demorará más de 3 o 4 días.
Mientras, la estancia de Jadiyetu El Mohtar en una oficina del aeropuerto ha pasado del “chantaje” que dice sufrió al principio a una mejor atención cuando el caso alcanzó dimensión internacional. Organizaciones de América y Europa han criticado la medida contra la diplomática saharaui, a la que han mostrado su apoyo.
Este es su relato: “El trato recibido por los directivos de migraciones durante los primeros siete días, del 9 al 15, fue de chantaje: me exigían subir a una segunda planta donde está la sala de embarque de Iberia para poder recibir comida o agua, a lo que me negué porque ellos mismos me habían llevado a su oficina, que es territorio peruano y de la que no quise moverme, para notificarme la expulsión ; su intención era conducirme a la zona internacional y así perpetrar su abuso y arbitrariedad. Desde entonces se han metido en un laberinto legal del que no saben cómo salir”.
“Ahora me están tratando mejor: comida, bebida, visitas médicas, porque mi salud se ha trastocado por la deshidratación, trastornos alimenticios debido a la falta de comidas reguladas y calientes. Tengo contractura cervical por dormitar en un sillón durante tantos días. La tensión es alta por la falta de sueño, la luz permanente y el trasiego de los grupos de trabajo en la oficina”.
Perú reconoció a la República Saharaui en agosto de 1984, relaciones que quedaron congeladas en septiembre de 1996 durante el gobierno de Alberto Fujimori. La diplomática saharaui dijo a Lamula.pe que su designación como embajadora en misión en Perú era “una medida de buena fe y buenas formas para facilitar el proceso de restablecimiento de las relaciones que nunca debieron suspenderse”.