Los activistas políticos, conocidos como Grupo Gdeim Izik, fueron condenados el 19 de julio a sentencias severas con ausencia de pruebas materiales. Un nuevo informe [1], escrito por la observadora internacional Tone Sørfonn Moe, concluye que los 19 están, desde hace casi siete años, en detención arbitraria.
«El Grupo de Gdeim Izik fue sometido a graves violaciones de derechos humanos, incluida la tortura y el trato inhumano, tanto durante la detención como en prisión, y aún continúan sufriendo tratamiento inhumano. El testimonio de los policías (torturadores) fue utilizado como prueba en la evaluación de la evidencia final así como las actas de la policía (confesiones bajo tortura las cuales los acusados alegan haber sido falsificadas). En vez de cumplir sus obligaciones internacionales, Marruecos hizo exactamente lo opuesto; ha utilizado evidencias ilegales y, en lugar de investigar a los policías, han utilizado su testimonio contra los acusados», afirma la Sra. Tone Sørfonn Moe.
Mads Andenæs, profesor de derecho de la Universidad de Oslo y ex jefe del Comité de detención arbitraria de la ONU, expresa profunda preocupación tras observar el proceso judicial contra 24 activistas de derechos humanos de los territorios ocupados del Sáhara Occidental. 19 de los 24 saharauis permanecen en prisión.
«El informe actual documenta violaciones graves del derecho internacional sobre tortura y juicios justos. La violación del derecho internacional sobre el derecho a un juicio justo en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en las demás obligaciones internacionales de Marruecos hace arbitraria la privación de libertad de los 19 detenidos Los 19 detenidos fueron sometidos a secuestros o arrestos que implicaban tortura, trato o castigo cruel, inhumano o degradante. Su tratamiento ilegal continuó durante su detención. El grupo fue detenido durante casi siete años. La condena no se basó en evidencias materiales criminales suficientes», declaró el Sr. Andenæs en el prefacio al informe.
«Los 19 detenidos fueron sometidos a graves violaciones de los derechos humanos, incluyendo tortura, trato inhumano y detención arbitraria, desde hace casi siete años», subraya la Sra. Moe, y afirma que «la única forma para que este grupo de activistas políticos de los territorios ocupados del Sáhara Occidental tengan justicia, es si la comunidad internacional interviene».