Contramutis – Alfonso Lafarga.- Tifariti (Sáhara Occidental)
“Teníamos plena confianza en las Naciones Unidas, pero la hemos perdido. El Ejército de Liberación Popular Saharaui (ELPS) está preparado para cumplir órdenes y su moral es muy alta”.
Son palabras del jefe de la 2ª Región Militar de la Republica Árabe Saharaui Democrática (RASD), Sidi Awgal, con sede en Tifariti, importante enclave en los territorios del Sáhara Occidental liberados por el Frente Polisario, que fue bombardeado por la aviación marroquí el mismo día del alto el fuego, el 6 de septiembre de 1991.
Después de la tensión vivida hace meses en El Guerguerat, en el sur del Sáhara Occidental, donde los ejércitos saharaui y marroquí estuvieron a 120 metros de distancia, el responsable de la 2ª Región Militar afirma que “la moral del ejército saharaui es muy alta” y que “están dispuestos para cumplir las órdenes de los dirigentes políticos”.
Sidi Awgal, en conversación con Contramutis, deplora que las Naciones Unidas no hayan hecho nada y explica que el ELPS está preparado para una confrontación con las Fuerzas Armadas de Marruecos: “El ejercito saharaui se enfrentó durante dieciséis años al ejército marroquí, que tenía el pleno apoyo de Francia, de EEUU, el dinero de Arabia Saudita y el asesoramiento de Israel. Después del alto el fuego, la valoración que hicieron los expertos militares fue que la balanza se había inclinado a favor del ejercito saharaui”.
Saharauis dispuestos a morir
Para el jefe militar esto no fue gracias a la tecnología y al armamento del ejercito saharaui, el secreto estuvo en la causa del pueblo saharaui: “El combatiente saharaui está dispuesto a morir por la libertad y la independencia y el soldado marroquí va a la guerra por un sueldo, por el pan del día, esa es la diferencia”.
En este punto surge si fue un error el alto el fuego, al que tenía que haber seguido el referéndum de autodeterminación acordado y que Marruecos se niega a realzar. Tras repetir que han perdido la esperanza en las Naciones Unidas, afirma que el principal objetivo no era entrar en guerra: “No nos gusta la guerra, somos un pueblo pacífico; solamente queremos nuestro derecho a la existencia, a nuestra tierra, no queremos la tierra de otros. Deseamos conseguir nuestra tierra de forma pacífica, pero si no nos queda otra alternativaentraremos en guerra para llegar a la independencia, que es nuestro derecho”.
Señala que por eso firmaron el alto el fuego y arremete otra vez contra la ONU: “Teníamos confianza plena en las Naciones Unidas, en que nos devolverían nuestro derecho a la independencia y a la libertad, pero lamentablemente después de un cuarto de siglo hemos perdido la esperanza”.
Enfatiza en que en estos años que dura el conflicto la experiencia ha demostrado que el régimen de Marruecos no cumple con el ordenamiento internacional ni las resoluciones internacionales, ya que “tiene el pleno apoyo de Francia en el Consejo de Seguridad y cuenta con la debilidad de los diferentes gobiernos de España”, aunque expresa su deseo de que la situación cambie y “la comunidad internacional apoye al pueblo saharaui para que consiga su derecho a la libertad y a la independencia y se cumpla el derecho internacional”.
“En caso contrario –asegura- el pueblo saharaui está en su pleno derecho de utilizar otros medios para conseguir la libertad y la independencia. Desde este punto de vista, nuestra firma del cese del fuego no fue un error, fue un medio para buscar una solución al conflicto. Fue otro sacrificio del pueblo saharaui para llegar a la paz”.
En la búsqueda de la paz el jefe militar saharaui enmarca la destrucción de 2500 minas realizada el pasado 4 de noviembre en Tifariti por el Polisario , ante representantes del Servicio de Acción contra las minas de Naciones Unidas (UNMAS), de la Misión de NNUU para el referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), y del Llamamiento de Ginebra.
“La Republica Saharaui, el Frente Polisario, -afirma- apoya el tratado de Otawa sobre prohibición de minas teniendo en cuenta que la mayor parte de nuestra tierra sigue ocupada y que mañana podemos empezar una guerra. Esto lo hemos hecho a beneficio de la humanidad, mientras la otra parte, Marruecos, no quiso firmar ningún tratado de desminado, como el Llamamiento de Ginebra; lo que se puede leer en este contexto es la voluntad del pueblo saharaui en busca de la paz”.
La contradicción francesa y la traición de España
En el contexto internacional no deja pasar por alto el papel que juegan España y Francia en el conflicto del Sáhara Occidental, que dura ya 42 años.
Sobre Francia es contundente: “Está en clara contradicción con lo que dice, el respeto a los DDHH, y lo que hace. Se considera la cuna de los Derechos Humanos, de la libertad, de la fraternidad, es lo que intenta vender al mundo, pero apoya la violación de los DDHH y no el cumplimiento del derecho internacional. A nuestro juicio es el principal colonizador del Sáhara, el principal ocupante”.
En lo que se refiere a España separa la actuación de sus gobiernos, “que han traicionado y vendido al pueblo saharaui después de un siglo de colonización”, y la del pueblo español, “que fue fiel al pueblo saharaui, lo que este valora y guarda en la memoria, una relación histórica que tiene que continuar ”.
¿Y esta situación hasta cuándo? El jefe de la 2ª Región Militar tiene claro que el pueblo saharaui, fundamentalmente los jóvenes, “está muy cansado de esperar tanto”, pero insiste en que el cambio de actuación “es una resolución de la dirección política del Polisario, que es quien puede dar la orden de cambiar de una situación a otra”.