La Organización Human Rights Watch publicó su informe mundial anual donde denuncia los atropellos a los derechos humanos de cada país.
En este informe de 2017 de HRW en el capítulo sobre Marruecos (ver aquí) la organización denuncia el impasse del proceso político para la autodeterminación con poca implicación de la comunidad internacional y el rechazo determinante de Marruecos que sólo acepta un plan de autonomía. El informe alerta sobre el impedimento sistemático por parte de Marruecos de las reuniones de apoyo a la autodeterminación de este territorio.
En relación al nuevo juicio de los presos políticos de Gdeim Izik, HRW afirma que el proceso estuvo contaminado por violaciones del debido proceso, como por ejemplo la aceptación de testimonios obtenidos bajo coacción sin que hubiera una investigación previa y adecuada a las denuncias de tortura. Alertan sobre el hecho de que el código penal sigue castigando delitos de expresión no violentos, entre otros «incitar contra la integridad territorial de Marruecos» una referencia al Sáhara Occidental.
HRW menciona además la continua expulsión de visitantes extranjeros que tenían intención de investigar las condiciones de los derechos humanos en el territorio bajo ocupación marroquí.
El informe menciona también la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre los acuerdos bilaterales UE-Marruecos, que se consideraron inválidos debido a la inclusión de los recursos del Sáhara Occidental.
Tanto Human Rights Watch como Amnistía Internacional tienen prohibido trabajar dentro de Marruecos o en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos.