PUSL.- El 12 de octubre de 1975, se proclamaba la Unidad Nacional Saharaui en la región de Ain Bentili. Día en el que todos los saharauis anunciaron su adhesión a los principios del Frente Polisario y su total disposición al sacrificio y la lucha armada por la liberación y la independencia del Sáhara Occidental del colonialismo y posteriormente contra los ocupantes mauritanos y marroquíes.
Cuarenta años después este espíritu de sacrificio y lucha sigue intacto.
En esta fecha el pueblo saharaui reivindica su legítimo derecho a ser reconocido como pueblo y defender su territorio.
A día de hoy Marruecos sigue ocupando ilegalmente el Sáhara Occidental y aplicando una política de represión y tortura contra los legítimos propietarios de este territorio. Las torturas, encarcelamientos y desapariciones no consiguen doblegar la férrea voluntad de los saharauis por recuperar lo que por justicia les pertenece.
Este genocidio practicado por Marruecos contra la población saharaui se realiza con la complicidad y el vergonzoso silencio de parte de la comunidad internacional y principalmente los gobiernos españoles que siguen eludiendo su responsabilidad moral y legal con ese pueblo, no podemos olvidar que sigue siendo la potencia administradora de este territorio. No solo no hacen nada para impedir este crimen sino que lo financian firmando ilegales acuerdos económicos con el ocupante marroquí.
El pueblo saharaui responde con una inquebrantable y ejemplar lucha pacífica contra la brutalidad del ocupante. Jóvenes y mayores, mujeres y hombres salen a las calles para protestar contra la ocupación, contra la violación de derechos, contra las injustas condiciones a las que se ven obligados a vivir, contra el expolio de sus recursos naturales. Se agrupan en asociaciones desde las que denuncian esta situación. Mantienen continuos contactos con organizaciones internacionales de derechos humanos. Todo esto siendo conocedores de las terribles consecuencia que estas actividades pueden suponer para sus propias vidas, como viene a demostrar los continuos encarcelamiento de activistas saharauis, que cumplen condenas en cárceles marroquíes bajo las más inhumanas condiciones, contraviniendo las diferentes convenciones que regulan el trato que se debe dar a los presos.
En palabras del ya fallecido líder saharaui Mahfud Ali Beiba “Los saharauis utilizamos la fuerza del derecho y Marruecos se ampara en el derecho a la fuerza”