– El Presidente de la RASD atiende la petición de los artistas internacionales
– ARTifariti se celebraría entre Guerguerat y La Güera
– La zona fue escenario de una escalada de tensiones entre el Polisario y Marruecos
CONTRAMUTIS.- El Frente Polisario estudia la celebración del próximo Encuentro Internacional de Arte y Derechos Humanos del Sáhara Occidental, ARTifariti 2019, en una zona costera entre Guerguerat y La Güera, colindando con la frontera mauritana y a unos cinco kilómetros del conocido por la población saharaui como “Muro de la vergüenza”.
Ante la petición hecha por los organizadores y los participantes en esta edición de ARTifariti de llevar los Encuentros de Arte y DDHH al sur del Sáhara Occidental, el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Gali, afirmó que van a valorar esta posibilidad.
“Es un sueño que todos queremos concretizar un día y espero que, analizando y viendo cómo se desarrollan los acontecimientos, diremos antes de esa fecha si es aplicable o lo retrasaremos a otro momento, pero la voluntad existe”, manifestó el secretario general del Frente Polisario en un encuentro con los artistas.
La organización del festival expresó su intención de celebrar su próxima edición en las playas saharauis a la responsable de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) en la zona de Tifariti, donde se han vuelto a celebrar este año los Encuentros, tras haber tenido su sede durante siete años en los campamentos de refugiados saharauis a consecuencia del secuestro de tres cooperantes en 2011.
Mural Mohamed Baecha e Ismail Banan
Artistas ante un mural en Tifariti
Cuatro participantes de EE.UU., España, Mozambique y el Sáhara Occidental se reunieron con la comandante brasileña, a la que entregaron un informe denunciado el expolio de la cultura saharaui por parte del régimen de ocupación marroquí, que, entre otras violaciones, describe la modificación de los nombres en los documentos de identidad.
El texto incluye el caso de Sukeina Mint Yedehlu Uld Esi, a la que le fue cambiado el nombre a la salida de la cárcel, en la que estuvo 13 años, por Soukaina Elidrissi. Se señala que supone una grave violación de los Derechos Humanos, al atacar un bien jurídico protegido por el ordenamiento legal internacional. También le hicieron entrega de un saquito de arena recogido en la playa canaria de Las Teresitas por la artista Anja Krakowski para que se lo diera a la defensora de derechos Humanos Aminetu Haidar y esta lo deposite en la playa de El Aaiún, de donde fue extraída, como una devolución de los recursos expoliados al Pueblo Saharaui.
La jefa de la MINURSO en la región de Tifariti se comprometió a trasladar las peticiones de los artistas al enviado del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental.
ARTifarti 2018 fue inaugurado por el primer ministro de la RASD, Mohamed El Wali Akeik, que expresó el apoyo del Gobierno saharaui a esta convocatoria y dijo que “un ejemplo de nuestra fuerza es precisamente que estéis aquí, con nosotros. El arte ha demostrado que es una herramienta para la lucha por La Paz y los Derechos Humanos”.
Durante diez días, un colectivo de artistas contemporáneos de Argelia, Colombia, Estados Unidos, España, Italia, México, Mozambique, Sáhara Occidental, Tanzania y Venezuela ha desarrollado diversos proyectos, con propuestas de arte-realidad para instagram, arte acción, videoarte, rap e intercambio musical, fotografía, instalaciones, pintura mural, taller de producción de cometas para manifestaciones, alquimia espiritual…
ARTifariti 2018 ha sido un laboratorio colaborativo que ha aunado prácticas artísticas y Derechos Humanos “con el objetivo de incidir en la transformación social hacia otro mundo posible, en el que no existan muros como el que separa a las familias saharauis y facilita el expolio de sus recursos naturales y culturales, generando inseguridad en la zona, incidiendo negativamente en el ecosistema y en los modos de vida locales, y perpetuando el conflicto y la ocupación”, según informaron los organizadores.
Las obras producidas en este encuentro han sido entregadas a la localidad de Tifariti, donde permanecerán, como se hizo en ediciones anteriores.
La población de Tifariti sufrió una masacre al ser bombardeada por la aviación marroquí con napalm y fósforo blanco, el mismo día de la entrada en vigor del alto el fuego, en septiembre de 1991. Cerca está el “Muro de la vergüenza” construido por Marruecos, de más de 2.700 kilómetros y sembrado de millones de minas, que separa los territorios saharauis ocupados de la zona liberada por el Frente Polisario.
La región de Guerguerat fue escenario de una escalada de tensiones a raíz de que Marruecos decidiera ampliar un tramo de carretera y se adentrase, en agosto de 2016, en una zona de amortiguamiento entre el muro de la vergüenza y la frontera mauritana. Marruecos y el Polisario concentraron efectivos en la zona, que llegaron a estar a 120 metros de distancia. En 2017 se retiraron las tropas de ambos ejércitos.