PUSL.- Isabel Lourenço, ciudadana portuguesa y activista de derechos humanos fue expulsada hoy martes a las 16:30 h.
Como ciudadana portuguesa no se requiere visa y la Sra. Lourenço cumplió con todos los requisitos de entrada marroquíes ley 02/03, es decir, pasaporte válido, información del hotel donde se alojaría, boleto de regreso a Las Palmas, Gran Canarias.
Nunca dió un pretexto falso para su visita, declarando claramente que tenía la intención de seguir la situación de las familias de los presos de Gdeim Izik, la situación actual de las familias de Mansour El Moussaui de 19 años y Mahfouda Lefkir, 34 años y prima de Mansour, que fue sentenciado a 6 meses de prisión y una multa de 2000 Dirham por gritar al final de la sentencia de Mansour dentro de la sala contra la ocupación marroquí y la injusticia del juicio.
La Sra. Lourenço no tiene la intención de actuar de manera que pueda considerarse «una amenaza para el orden público». Los informes basados en el trabajo de campo y las entrevistas no son una «amenaza para el orden público». Es el ejercicio legítimo de la libertad de pensamiento, expresión y opinión, ancla de los derechos humanos.
En lugar de efectuar una expulsión, las autoridades marroquíes deben demostrar que no tienen nada que ocultar al dar a los investigadores y observadores de derechos humanos acceso sin restricciones a la población saharaui, las asociaciones y las familias de los presos políticos.
Aunque el Sáhara Occidental no es Marruecos y el Reino de Marruecos no tiene, según el derecho internacional, soberanía sobre el territorio no autónomo del Sáhara Occidental, es el poder administrativo de facto, siendo el administrador de iure España, de acuerdo con la ONU.
La ONU tiene una misión (MINURSO) sobre el terreno, pero desafortunadamente el mandato actual (monitoreo de alto el fuego e implementación del referéndum para la autodeterminación) está lejos de cumplirse.
Es esta falta de mandato de protección para la población saharaui y los observadores extranjeros que desean acceder al territorio lo que permite la total impunidad de Marruecos.
Además, no hay organizaciones internacionales como la Cruz Roja, UNICEF, UNESCO o cualquier tipo de organización humanitaria o mecanismo internacional de derechos humanos en los territorios ocupados.
Durante las últimas dos décadas, la Sra. Lourenço ha acompañado el conflicto en el Sáhara Occidental elaborando informes basados en el trabajo de campo en campos de refugiados, territorios ocupados y la población saharaui en Europa. También participó en juicios contra presos políticos saharauis como observadora internacional acreditada por la Fundación Sahara Occidental. Su último informe sobre niños y estudiantes saharauis bajo ocupación fue publicado por el Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Oporto, donde es investigadora.
Los informes de la Sra. Lourenço sobre la situación de los derechos humanos, los presos políticos y sus familias, así como los procedimientos y juicios legales, se han publicado en los últimos años y son públicos.
Como miembro de la Fundación Sahara Occidental y colaboradora de porunsaharalibre.org, ha participado en conferencias y foros internacionales, las Sesiones de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el 4º Comité de la ONU y varios eventos en el Parlamento Europeo.
Las acciones de la Sra. Lourenço son públicas y en ningún momento puede ser considerada una «amenaza de seguridad» para ningún país.
Su expulsión, que es una de cientos en los últimos años, es la confirmación por parte del régimen de ocupación marroquí de que no se respetan los derechos humanos y que las evidencia que pueden ser mostradas en el terreno son abrumadoras.