Bir Lehlu (Territorios Liberados de la Repùblica saharaui), 01 de febrero de 2020(SPS)-. El pronunciamiento del señor Borell, exministro de asuntos Exteriores español, y actual Alto Representante de la política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, en favor de la tesis de ocupación marroquí, no es novedoso, pues sigue confirmando la persistencia de la ocupación marroquí de partes del territorio del la República árabe Saharaui Democrática, ocupación que se hace con la complicidad de quienes condenaron al pueblo saharaui a la división de su tierra y de su pueblo, y al saqueo de sus recursos naturales.
Sin duda alguna, el señor Borell, Responsable de la Política Exterior de la Unión Europea, y como ciudadano español, no puede ignorar que la comunidad internacional no le reconoce a Marruecos ninguna soberanía sobre el Sahara Occidental, como también debe saber que las dos partes en conflicto, Marruecos y el Frente Polisario, firmaron el acuerdo de paz en 1991 bajo los auspicios de las Naciones Unidas y la Organización para la Unidad Africana. Este acuerdo puso término a la atroz guerra que duró dieciséis años, y merced al cual el pueblo saharaui se pronunciaría en un referéndum de autodeterminación libre y regular sobre su futuro. Esta es la única vía y la más adecuada, acorde con la naturaleza de un conflicto de descolonización.
Los intentos francoespañoles de ocultar la naturaleza del conflicto entre Marruecos y el pueblo saharaui, tanto a nivel del Consejo de Seguridad, como en otros ámbitos, y sus continuos intentos de confiscar el derecho inalienable del pueblo saharaui introduciendo expresiones y otros malabarismos lingüísticos como “realismo”, “solución de compromiso”, “credibilidad”, “seriedad”, solo aportara enfrentamientos adicionales, y mayor tensión en la región. Además, nunca conseguirá que el pueblo saharaui renuncie a continuar su legítimo combate por su liberación, y la consiguiente consagración de sus derechos y la soberanía sobre las tierras de sus antepasados.
La Unión Europea está llamada a contribuir, con seriedad y eficacia, a poner fin a los sufrimientos del pueblo saharaui, y abstenerse de alentar a Marruecos a seguir rebelándose contra la legalidad internacional.
El colonialismo y la apropiación por la fuerza de tierras ajenas, las masacres de inocentes no deben ser tolerados. Como también es denunciable el latrocinio y saqueo desenfrenado de los recursos naturales de un territorio ocupado por la fuerza de las armas.
La República Árabe Saharaui Democrática y el Frente Polisario consideran que la estabilidad en el norte de África seguirá hipotecada mientras no se ponga fin a la ocupación marroquí de partes del territorio saharaui, y el respeto de las fronteras heredadas del periodo colonial y reconocidas por la comunidad internacional. Como también es preciso que Marruecos se abstenga de seguir inundando la región con las drogas y cejar en servirse de la emigración clandestina como instrumento de chantaje contra los países vecinos.