PUSL.- El viernes 28 de febrero, Djibouti abrió su consulado general en Dajla, Sahara Occidental. Otro acto ilegal patrocinado por el Reino de Marruecos que ocupa ilegalmente el territorio e invita a países africanos desesperados a violar la ley.
El propio ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, asistió a la ceremonia de apertura con el embajador de Djibouti en Marruecos, Ibrahim Bileh Doualeh.
El consulado de Djibouti es el tercer consulado ilegal en Dajla, después de Guinea Conakry y Gambia.
En El Aaiun, capital del Sáhara Occidental ocupado, se abrieron consulados ilegales en Burundi, República Centroafricana, Santo Tomé y Príncipe, Gabón, Comoras y Costa de Marfil.
Marruecos se dirige a países en extrema pobreza, al borde de una guerra civil u otros problemas internos y ofrece «cooperación económica» a cambio de apoyar la ocupación ilegal del Sáhara Occidental.
Djibouti es otro caso de una economía extremadamente débil, sin recursos naturales y que depende principalmente de su situación geográfica con un puerto estratégicamente ubicado. El porcentaje de la población que vive por debajo del umbral de pobreza es impresionante.
Desafortunadamente, los líderes de estos países están dispuestos a violar la ley y contravenir el derecho humanitario, las resoluciones de la ONU, así como el acto constitutivo y las resoluciones de la Unión Africana.
Ninguno de estos países tiene un número de población en los territorios que justifique la apertura de consulados. Esta es otra maniobra marroquí para «marcar el territorio» como un perro, pero está lejos de tener validez legal y solo revela su desesperación ante la población saharaui que no rompe su voluntad de independencia y libertad.