PUSL.- Tras las estrictas medidas que la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha declarado desde mediados de marzo, a saber, el confinamiento de los habitantes de los campos de refugiados, medidas de higiene y desinfección y campañas de sensibilización e información, el Ministerio de Educación ha anunciado ahora el inicio de un proyecto de TV-Escuela para todos los niveles de educación impartidos en campamentos de refugiados.
Aunque hasta ahora no se han confirmado casos de Covid 19 en campos de refugiados, la RASD es consciente del peligro existente y mantiene todas las medidas de protección y prevención.
Esta nueva medida solo es posible debido a la existencia de RASD TV, la televisión estatal, que, a pesar de todas las contingencias y dificultades, funciona en campos de refugiados con producción independiente.
A pesar de no llegar a toda la población debido a dificultades para acceder a la electricidad en el campamento de El Aaiun, por ejemplo, y debido a que no todas las familias tienen acceso a un televisor, esta medida es una forma de intentar lograr el cierre de las escuelas debido a pandemia.
La TV-Escuela, que durante la pandemia ya está operando en España y comenzará a operar el 20 de abril en Portugal, ha tenido éxito y fue una forma de superar la baja escolaridad en entornos no urbanos en los años 70 y 80.
En Australia, el aprendizaje a distancia, tanto de radio como de televisión, ha sido una constante debido a las enormes distancias y al aislamiento de algunas comunidades.
También en varios países de América Latina e incluso en los Estados Unidos, hay diferentes tipos de experiencias en esta área.
Esta forma de aprendizaje a distancia ahora se reanuda en varias partes del mundo, y también en los campos de refugiados, a pesar de las dificultades técnicas agregadas en un contexto de extrema necesidad e impedimentos logísticos.
Según una maestra de los campos de refugiados en Wilaya de El Aaiun, «la TV-Escuela es una iniciativa que puede tener éxito, pero que depende de un compromiso total de la familia y los estudiantes, además de la disponibilidad de medios.
Existe un problema con la adaptación de los materiales y medios de enseñanza disponibles en el hogar. Los padres u otros miembros de la familia deben poder brindar asistencia y explicar las materias cuando sea necesario. Los padres también tienen un papel crucial en la puntualidad de las horas de clase y en la creación de un ambiente hogareño que permita estudiar. Los estudiantes no pueden estar rodeados de miembros de la familia frente al televisor.
Después de cada lección, los padres deberán supervisar los ejercicios. Tenemos que tener en cuenta que en los países europeos que han implementado este sistema existe la posibilidad de monitorear por teléfono y video conferencia a los estudiantes, algo que en los campamentos no será fácil. Por lo tanto, es esencial no solo garantizar clases para los estudiantes sino también apoyar a los padres para que puedan estar preparados para esta tarea.»