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Rosa María Sardá estuvo comprometida con la causa saharaui y viajó varias veces a los campamentos de refugiados, en el desierto argelino.
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Se sumó en abril a una campaña por los presos políticos saharauis ante la pandemia del Covid-19.
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Pertenecía a la plataforma “Todos con el Sáhara” y participó en las manifestaciones anuales de Madrid por el pueblo saharaui.
Alfonso Lafarga.- Contramutis .- “Es un caso de humanidad, de vida o muerte. Libertad para los presos saharauis”. Son las últimas palabras de Rosa María Sarda por la causa saharaui, con la que la actriz estuvo comprometida y por la que intervino en numerosos actos, tanto en España como en los campamentos de refugiados saharauis, y que llegó a pedir al presidente José Luis Rodríguez Zapatero “un gesto” por el pueblo saharaui.
La actriz, fallecida el 11 de junio en Barcelona, a los 78 años, se sumó el pasado 9 de abril a la campaña del grupo de prensa saharaui Équipe Média para denunciar la grave situación que padecen los presos políticos saharauis y el peligro que corren por el Covid-19.
En un video, Rosa María Sardá manifestó que son “más de 40 años pidiendo justicia para el pueblo saharaui a todo el mundo, a todas las instituciones, a todos los políticos” y que ahora solo pedían “un poco de humanidad a Marruecos”: “Sean ustedes un poco personas, no pueden tener hacinados a los presos en esas inmundas cárceles donde les tiene para in eternum. Por favor, es un caso de humanidad, de vida o muerte. Libertad para los presos saharauis”.
El compromiso de la actriz con el pueblo saharaui la llevó a viajar en varias ocasiones al festival internacional de cine que se celebra cada año en los campamentos de refugiados en el desierto del Sáhara (FISahara), donde convivió con familias saharauis.
En España su activismo pro saharaui fue constante: en mayo de 2008 presentó con Javier Bardem la plataforma “Todos con el Sáhara”, y el 3 de noviembre de ese año entregaron en el Palacio de la Moncloa 230.000 firmas para pedir que España liderase la búsqueda de “una solución pacífica y justa” al conflicto del Sáhara Occidental. Hasta tres veces solicitaron por escrito una entrevista con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero no recibieron respuesta.
Firmaron el manifiesto, entre otros, Penélope Cruz, Joan Manuel Serrat, Mario Benedetti, Pedro Almodóvar, Eduardo Galeano, Chico Buarque, Oscar Niemeyer, Icíar Bollaín, Rosa Regás, Carmelo Gómez, Benito Zambrano, Guillermo Toledo, Imanol Uribe, Fernando León, Juanjo Puigcorbé, Verónica Forqué, Silvia Munt, Alberto San Juan, Emma Suárez, Amparanoia, Luisa Martín, Eva Hache, Juan Diego Botto, Manu Chao, Fermín Muguruza, Fran Perea, Jorge Perrugorría y Silvia Abascal.
Rodríguez Zapatero fue el presidente al que Rosa María Sardá preguntó, en una reunión informal, el motivo por el que no se hacía nada por el Sáhara Occidental y llegó a pedirle que tuviese “un gesto”, aunque solo fuera eso, para el pueblo saharaui, pero el presidente contestó que no podía ser, según contó en una ocasión la propia actriz a un grupo de amigos pro saharauis, entre los que era conocida como “Rosa del desierto”.
Un acto emotivo fue el celebrado el 25 de junio de 2008 en el Nuevo Teatro Alcalá, de Madrid. Rosa María Sardá dio la bienvenida a los niños saharauis que viajaron a España para pasar el verano con familias españolas y dijo “este es un pueblo que resiste con una sonrisa”.
También se la vio en las manifestaciones anuales de Madrid por la libertad del pueblo saharaui, como la multitudinaria del 15 de noviembre de 2008, en la que sujetó la pancarta de cabecera con el lema “Por la libertad y la independencia del Sáhara Occidental”. Una vez frente al Ministerio de Asuntos Exteriores , Sardá subió a un escenario con Maribel Verdú, Verónica Forqué, Luisa Martín, Fran Perea e Iciar Bollaín y reclamaron al Gobierno de Rodríguez Zapatero que “no mire para otro lado” y asuma “su responsabilidad histórica con un pueblo al que en su día consideró español”.
A esta siguieron otras manifestaciones en las que estuvo Rosa Maria Sardá, como la de noviembre de 2010, en la que miles de personas pidieron al Gobierno que se condenase a Marruecos, y la de 2011, en la que portó la pancarta de inicio con el lema ‘Vota por la Independencia del Sáhara Occidental. Libertad presos políticos saharauis’, junto al eurodiputado de IU Willy Meyer y el diputado del PP Ignacio Uriarte.
El 11 de octubre de 2018 participó en Barcelona en la presentación de “Yalah, Sáhara” un movimiento impulsado por diversas asociaciones catalanas y miembros de la sociedad civil y del mundo de la cultura para “romper el silencio mediático” sobre el conflicto del Sáhara Occidental. Más recientemente, el 5 de diciembre de 2019 en una entrevista en El País con motivo de su libro ‘Un incidente sin importancia’, afirmó: “Es vergonzante, estoy muy, muy triste. No se puede pensar en Siria, en lo de los saharauis, en Colombia…”.
Abre tus ojos al Sáhara
Fue en El País donde Rosa María Sardá publicó el 28 de mayo de 2007, tras regresar del campamento de refugiados saharauis de Dajla, un artículo titulado “Abre tus ojos al Sáhara”, en el que, junto con otros artistas, relató sus impresiones y denuncio la actuación de España en los siguientes términos:
“Desde que España abandonó el Sáhara, el pueblo español ha cumplido su papel. Sus Gobiernos, no. Ha habido, hay, tanta solidaridad como abandono político de los Gobiernos españoles. Tanta ayuda como culpa de nuestra meliflua diplomacia, que jamás se ha atrevido a mirar de frente la situación de los refugiados y a la gravísima represión que sufren en los territorios ocupados. Las Naciones Unidas dejaron claro, desde el principio, la ausencia de cualquier título de soberanía de Marruecos en los territorios ocupados del Sáhara. Desde el abandono vergonzante español, la historia trajo la expulsión de todo un pueblo, los bombardeos marroquíes con fósforo, los cientos de muertos, quince años de guerra, la represión en las ciudades ocupadas, un muro más largo que el de Berlín y Palestina juntos levantado en medio del desierto y más de treinta años en los campamentos: cerca de trescientos mil saharauis condenados a la nada, víctimas de la geoestrategia y de la prepotencia de la monarquía marroquí”.
“El Gobierno español no debe seguir mirando para otro lado, a la expectativa. Los saharauis son un pueblo pacífico, inteligente y creativo. En treinta años han construido un mundo en el desierto. Han inventado la vida. La ayuda internacional no se ha diluido. Todos los niños están escolarizados, todos los refugiados tienen asistencia sanitaria. Hay centros de juventud, organizaciones de mujeres, huertos que sacan fruta de la arena. El pueblo saharaui es respetuoso con los creyentes y con los que no lo son. Las mujeres han conseguido colocarse en primera fila de la sociedad, son la clave en el mantenimiento de la administración y de la vida en los campamentos y en las ciudades ocupadas; artistas como Mariem Hassan, reconocida internacionalmente como la mejor cantante del norte de África, o activistas como Aminetu Haidar, cabeza de la resistencia en los territorios ocupados, que estuvo prisionera muchos años en la Cárcel Negra de El Aaiún, así lo demuestran. Los y las saharauis son una alternativa en una zona que exporta terrorismo radical y corre riesgo grave de dogmatismo religioso y político. ¿No merecen una oportunidad, una una alianza?”
“Hemos admirado la audacia de Zapatero cuando supo alejarse de guerras ilegales y cobardes, y hemos apoyado y creemos en sus políticas sociales. Le pedimos a nuestro presidente de Gobierno que liquide las causas de esta injusticia política, que defienda la legalidad de las Naciones Unidas, que tenga memoria histórica, para que luego no tengamos que lamentar otras batallas. Que sea valiente. Que se sacuda ambigüedades. Estamos de su parte y por eso le pedimos que abra los ojos y que se ponga del lado del pueblo saharaui, en el mismo sitio donde desde hace más de treinta años se encuentra el pueblo español y su solidaridad”.