(APS) Marruecos es responsable de bloquear los esfuerzos para incluir la vigilancia de los derechos humanos en el mandato de la Misión de la ONU para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), dice el ex enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, pidiendo al Consejo de Seguridad de la ONU que tome «medidas correctivas» para desbloquear el proceso de paz.
Añadir la supervisión de los derechos humanos al mandato de la Minurso «sería imposible de aplicar porque Marruecos encontraría la forma de bloquearla sobre el terreno, como hizo en 2000 con la preparación de un referéndum de autodeterminación por parte de la Minurso», escribió Ross en su cuenta de Facebook.
El ex enviado especial del SG de la ONU para el Sáhara Occidental (de 2009 a 2017) respondía a una carta enviada por diez senadores, demócratas y republicanos, al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en la que se instaba a añadir la vigilancia de los derechos humanos al mandato de la Minurso.
La carta publicada por PassBlue, un sitio de periodismo en línea, citaba a un antiguo jefe de la Minurso diciendo que dar este paso (incluyendo los derechos humanos) sólo añadiría «otro elemento inviable» a su trabajo. En su respuesta, Christopher Ross explica por qué Marruecos «bloquearía» un mandato de derechos humanos. Según él, «un mandato de este tipo daría a los residentes saharauis una forma transparente de informar al mundo exterior de sus puntos de vista, mientras que Marruecos ha hecho todo lo posible para evitar que se debilite su reivindicación del territorio«. En este sentido, también dijo que Marruecos se negaría a organizar un referéndum, «por miedo a que el resultado sea la independencia». Para Christopher Ross, la cuestión de los derechos humanos «se ha convertido en un frente de batalla sustitutivo» ante la falta de avances sustanciales sobre el futuro del Sáhara Occidental.
Recordó en este contexto que «los informes del Secretario General de la ONU al Consejo de Seguridad siempre han pedido una supervisión independiente y sostenida de los derechos humanos» y que «el Frente Polisario estaba dispuesto a aceptar dicha supervisión, pero, por directiva real, Marruecos no lo ha hecho».
Añadió que «éste y otros aspectos de la posición de Marruecos desatienden no sólo las recomendaciones de dos sucesivos Secretarios Generales de la ONU sobre la vigilancia de los derechos humanos, sino también los reiterados llamamientos del Consejo de Seguridad a favor de negociaciones sin condiciones previas«. También subraya que «Rabat ha cortocircuitado estas negociaciones al tratar en vano de imponer su propuesta de autonomía como único punto del orden del día«, pero «el apego de Francia a la estabilidad marroquí le obliga a impedir cualquier esfuerzo serio para desafiar a Marruecos por su incumplimiento de las directrices del Consejo de Seguridad».
Y ante el estancamiento del proceso de resolución del conflicto del Sáhara Occidental, el ex enviado especial del SG de la ONU pide al Consejo de Seguridad que tome «medidas correctivas», probablemente ampliando el mandato del nuevo enviado personal (Staffan de Mistura) «más allá de la mera convocatoria de reuniones y lanzaderas en busca de flexibilidad», para, según él, evitar «la misma situación de estancamiento» en la que se encontraban sus tres predecesores.