GINEBRA (28 de junio de 2022) – El Comité de las Naciones Unidas para los Trabajadores Migratorios (CMW) lamentó el martes los incidentes que provocaron la muerte de al menos 23 migrantes cuando intentaban cruzar la frontera de Marruecos con el enclave español de Melilla el pasado viernes.
Todavía no se sabe si las víctimas murieron al caer de la valla, en una estampida o como resultado de alguna acción de los agentes de control fronterizo. Los expertos independientes instaron a los dos Estados a llevar a cabo investigaciones inmediatas y exhaustivas y a hacer rendir cuentas a los responsables. Para evitar que se repitan estas tragedias, el Comité también pidió a Marruecos, España y otros Estados de la UE que amplíen la disponibilidad de vías para una migración segura y ordenada y que adopten medidas para garantizar y respetar el derecho a solicitar y recibir asilo.
El Comité emitió la siguiente declaración a los medios de comunicación :
«Nos entristece la muerte de estos migrantes que pretendían cruzar la frontera en busca de una vida mejor en base a sus legítimos derechos humanos.
Expresamos nuestra grave preocupación y profunda tristeza por esta tragedia. Lamentamos las violaciones del derecho a la vida, consagrado en la Convención Internacional sobre los Trabajadores Migratorios. Basándonos en la información que hemos recopilado, recordamos a todos los Estados que los migrantes no deben ser sometidos a ningún trato o castigo cruel, inhumano o degradante. Los Estados también deben asegurar que todas las políticas y prácticas fronterizas respetan efectivamente todas las obligaciones en materia de derechos humanos, garantizando el derecho a la vida, la dignidad, la seguridad y la integridad física de los migrantes en todas las circunstancias.
También lamentamos que haya migrantes y agentes de las fuerzas de seguridad heridos, aunque todavía no está claro si hay menores entre los heridos.
Nuestro más sentido pésame a las familias de las víctimas. Compartimos su tristeza. La tragedia podría haberse evitado si se hubiera incorporado a las políticas fronterizas un enfoque integral basado en los derechos.
Instamos a los gobiernos de Marruecos y España a que lleven a cabo investigaciones rápidas, exhaustivas, independientes, imparciales y transparentes sobre estas muertes y determinen las responsabilidades correspondientes. Además, deben tomarse medidas para garantizar el acceso a la justicia de las víctimas y sus familias. Las autoridades también deben reparar plenamente las violaciones de derechos humanos, incluidas las violaciones del principio de no devolución por retroceso arbitrario.
En particular, el gobierno marroquí está obligado a preservar los cuerpos de los fallecidos, identificarlos plenamente e informar a sus familias, y proporcionar el apoyo necesario para el traslado de los cuerpos. En cuanto a los heridos, deben recibir la atención médica esencial para su pronta recuperación.
Hacemos un llamamiento a todos los Estados para que respeten los derechos humanos de los migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, para que cumplan sus obligaciones en virtud de la Convención Internacional y para que cumplan los Principios y Directrices Recomendados sobre los Derechos Humanos en las Fronteras Internacionales y el Pacto Mundial para la Seguridad y el Orden y la Migración Regular, adoptado en Marrakech (Marruecos).
Aprovechamos esta oportunidad para hacer un llamamiento a la comunidad internacional y a los Estados para que garanticen que estos hechos no se repitan. También destacamos que la detención es una medida excepcional de último recurso que, si se utiliza, debe ser compatible con los criterios de responsabilidad, necesidad y proporcionalidad, como se recuerda en la Observación General nº 5 (2021) del Comité sobre el derecho a la libertad de los migrantes, a no ser detenidos arbitrariamente y su intersección con otros derechos humanos. El uso de la fuerza pública en caso de detención también debe ser proporcionado y debe respetar en todo momento los derechos humanos de las personas en el contexto de la migración.
Instamos a todos los gobiernos de los países de acogida y de tránsito a que traten a los migrantes con seguridad, dignidad y humanidad, de acuerdo con sus obligaciones internacionales.»