PUSL.- El acoso y los malos tratos sistemáticos a los presos políticos saharauis del grupo Gdeim Izik continúan a diario. Los 19 presos del grupo sufren represalias a diario.
En la prisión de Ait Melloul 2 (Agadir), los guardias impidieron a Brahim Ismail, Mohamed Bani y Sidahmed Lemjeyid salir de sus celdas. Cada uno de estos presos fue sometido a tortura extrema y condenados a cadena perpetua en un juicio injusto que no respetó los derechos básicos de un acusado.
Aunque las condiciones de reclusión de este grupo siempre han sido duras y han estado marcadas por una flagrante violación de los derechos básicos de los presos, la situación empeoró tras su último juicio en 2017. Por otra parte, las decisiones, así como las medidas urgentes, emitidas por el Comité contra la Tortura no han sido respetadas hasta ahora por el Estado marroquí.
La reciente declaración conjunta de Human Rights Watch y Amnistía Internacional mencionaba no sólo las represalias, sino también las decisiones del CAT (véase Comunicado de HRW y AI sobre los detenidos de Gdeim Izik).
En una declaración pública del 9 de noviembre de 2022 publicada por los medios de comunicación marroquíes, la DGAPR (Delegación General para la Administración Penitenciaria y la Reinserción de Marruecos) negó todos los hechos presentados por HRW y AI.
Tras cada declaración pública relacionada con el grupo Gdeim Izik por parte de ONG internacionales, el Estado marroquí reacciona reforzando los malos tratos, confirmando de hecho los informes que se publican.
La mayoría de los presos políticos del grupo Gdeim Izik llevan años en régimen de aislamiento prolongado, lo que constituye una clara violación de los derechos humanos más elementales.