España humillada y de rodillas

PUSL.- Hacía mucho tiempo que no veíamos un espectáculo tan humillante como el de España ante Marruecos. Digo España porque Sánchez fue elegido como representante de España y a pesar de las múltiples pruebas de su total incapacidad para disimular su servilismo al Rey de Marruecos, no ha sido destituido.

En pleno Marrocogate donde queda al descubierto la corrupción en la Unión Europea y sus diputados y funcionarios que reciben pagos de Marruecos, Sánchez en vez de ser discreto tiene la poca vergüenza de arrastrarse en Rabat a los pies de un mero subordinado de Majzen, ya que el Rey de Marruecos ni siquiera se molesta en estar presente para que el presidente del gobierno español le bese los pies.

Sánchez ofrece el Sáhara Occidental, pero ¿cómo puede ofrecer lo que no le pertenece? ¿Y qué obtiene a cambio? Nada.

Extraño asunto este que debería ser llevado a los más altos tribunales de España. Sánchez ha decidido ignorar el derecho internacional, las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y el dictamen de la corte internacional, por no hablar de la ética y la moral que brillan por su ausencia en el carácter de este personaje y su gobierno.

El pueblo español no parece estar prestando atención, de lo contrario nunca dejaría impune esta triste actuación, por parte de quienes hablan en su nombre.