TSA.dz.- La situación no mejora para Marruecos, envuelto en el Moroccogate, el escándalo de corrupción por parte de sus servicios de miembros del Parlamento Europeo.
La justicia belga está decidida a llegar hasta el final. Ahora reclama a los funcionarios marroquíes implicados en el Moroccogate.
El escándalo estalló el pasado diciembre y la investigación de la policía y la justicia de Bruselas condujo a la detención e imputación de varios cargos electos. El último es el eurodiputado belga Marc Tabarella, acusado y encarcelado el sábado por «corrupción, blanqueo de dinero y participación en organización criminal».
La investigación reveló el papel de Marruecos en la creación de una red de corrupción de eurodiputados con el objetivo de influir en la política exterior europea, especialmente en cuestiones relativas al Sáhara Occidental y a los derechos humanos en el reino.
Las figuras clave de la operación son funcionarios marroquíes. Hasta ahora, se han mencionado al menos dos nombres: Abderrahim Atmoun, embajador marroquí en Polonia, y Mohamed Bellahreche, funcionario de la DGED marroquí (inteligencia exterior).
Tras los corruptos, la justicia persigue ahora a los corruptores. El diario francés Le Figaro informa en su edición del lunes 13 de febrero de que la justicia belga ha enviado a Francia órdenes de detención contra varios funcionarios marroquíes.
El periódico no menciona los nombres de estos funcionarios, ni su número o rango. Es posible que el embajador Atmoun y el agente Bellahreche estén incluidos, ya que han sido citados a lo largo de la investigación.
Moroccogate: riesgo de agravamiento de la crisis entre Francia y Marruecos
Según una fuente diplomática citada por Le Figaro, estas órdenes de detención pondrían en aprietos a las autoridades francesas.
Las relaciones entre Francia y Marruecos son tensas desde hace varios meses, probablemente a causa del asunto Pegasus, llamado así por el software israelí utilizado por los servicios marroquíes para espiar miles de teléfonos en Marruecos y en todo el mundo, incluido el del presidente francés Emmanuel Macron.
Después de que el Parlamento Europeo aprobara el 19 de enero una resolución condenando los atentados a la libertad de prensa en Marruecos, políticos y medios de comunicación de ese país acusaron abiertamente al Presidente francés y a Argelia de estar detrás de la puesta en la picota internacional.
«Estamos avergonzados. Estas personas tienen hijos en Francia. No nos gustaría tener que detenerlos al bajar del avión si vienen a verlos», declaró un diplomático a Le Figaro, bajo condición de anonimato, sobre los funcionarios marroquíes reclamados por la justicia belga.
Más explícitamente, el diplomático dijo que esto correría el riesgo de perturbar la agenda diplomática entre los dos países, en particular la visita prevista a Rabat de Emmanuel Macron.
«Es gente a la que no nos gustaría tocar. Quedaría mal cuando Emmanuel Macron tiene previsto visitar Marruecos próximamente», añadió el diplomático francés a Figaro.
Señal de las continuas tensiones entre ambos países, esta visita presidencial tarda en materializarse. El diario francés Le Monde informó el lunes 13 de febrero de que se ha aplazado de nuevo para después del mes de Ramadán, lo que indica que no tendrá lugar antes del 20 de abril. Le Monde se refiere a la «falta de entusiasmo» del reino por organizar esta visita.