TSA.dz.- Argelia es oficialmente candidata al puesto de vicepresidente primero de la Unión Africana, según indicó el domingo 19 de febrero una fuente cercana al asunto. Marruecos también es candidato, así como la República Saharaui (RASD).
Marruecos se encuentra en una situación cuanto menos extraña, al verse enfrentado a un país que ocupa y que no reconoce.
Para Argelia, su candidatura está motivada por su «compromiso» con el panafricanismo y el desarrollo y la seguridad en África, según nuestra fuente.
Un compromiso reiterado y apoyado con ocasión de la 36ª cumbre de jefes de Estado celebrada en Addis Abeba con el anuncio de la decisión del presidente Abdelmadjid Tebboune de conceder mil millones de dólares a la Agencia Argelina de Cooperación Internacional, para operaciones de desarrollo en África.
Además de su reconocido compromiso con el desarrollo en África, Argelia también ha respondido «favorablemente a las peticiones de algunos países africanos» para presentarse al puesto de vicepresidente de la Unión Africana, explica nuestra fuente.
Como era de esperar, Marruecos, que se incorporó a la Unión Africana en 2017, se ha postulado para el mismo puesto, con el objetivo de reforzar su influencia dentro de la organización panafricana al servicio de su política de colonización del Sáhara Occidental.
Se sospecha que Marruecos pretende con su candidatura paralizar el funcionamiento de las instituciones de la Unión Africana, a falta de un mecanismo claro para decidir entre las candidaturas argelina y marroquí. Corresponderá a la conferencia de jefes de Estado decidir por consenso.
Fiel a su política, el Reino de Marruecos siempre ha buscado sembrar la confusión y la división en el seno de la Unión Africana, y ello, al servicio exclusivo de su política de colonización y de hechos consumados en el Sáhara Occidental.
Libia presentó su candidatura antes de retirarla. El gobierno libio, que mantiene buenas relaciones con Argelia, se decidió a favor de la candidatura argelina y en contra de la de Marruecos.
Egipto, que no reconoce al gobierno libio, también está considerando presentarse al puesto, pero lo más probable es que renuncie a su candidatura.
Unión Africana: Marruecos enfrentado a la RASD
La candidatura marroquí al puesto de vicepresidente primero de la UA ha tenido como consecuencia directa el anuncio de la RASD. La República Saharaui también ha decidido presentarse a este puesto, en protesta por la candidatura de un estado que viola los principios de la Unión Africana, en este caso Marruecos.
«La candidatura de la Rasd tiene un objetivo político, que es denunciar las maniobras marroquíes para dividir la Unión Africana. No obstaculizará la candidatura de Argelia», declaró nuestra fuente.
Marruecos abandonó la Organización para la Unidad Africana en 1984, para protestar contra la admisión de la Rasd. En 2017, el reino de Marruecos ingresó en la Unión Africana, pero no sin intentar que se excluyera a la República Saharaui. Sin embargo, dentro de la UA, la Rasd no solo es miembro de pleno derecho, sino también miembro fundador.
La diplomacia saharaui ha colocado en una posición insostenible a Marruecos, que, si mantiene su candidatura al puesto de vicepresidente primero de la UA, tendrá que enfrentarse a un país que considera parte de su territorio y cuya existencia como Estado niega. Para la Rasd, es inaceptable que un país como Marruecos, que ocupa su territorio, acceda a este puesto.
Esta es una oportunidad para la República Saharaui de reabrir el debate sobre la negativa de Marruecos a respetar los principios fundadores de la UA en materia de descolonización y las resoluciones de la organización panafricana sobre el conflicto saharaui. En resumen, al querer frustrar la candidatura de Argelia, Marruecos expone una vez más sus contradicciones para verse atrapado en la trampa de un enfrentamiento con la Rasd.
Según nuestras fuentes, la Unión Africana, que celebra esta semana su cumbre en Addis Abeba, ha decidido suspender las discusiones sobre el nombramiento de su primer vicepresidente. Normalmente, el nombramiento del primer vicepresidente de la UA se hace por consenso, a falta de un mecanismo claro, como el voto directo de los países miembros.