Sáhara Occidental – Vigilancia de la vida cotidiana en los territorios ocupados

PUSL.- En los últimos meses, los saharauis del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos han sido víctimas de una violencia creciente y sin ninguna protección. Ni las leyes marroquíes ni las internacionales son respetadas por el ocupante marroquí, su ejército, policía y milicias, así como por los colonos marroquíes que utilizan la fuerza, el secuestro, la detención arbitraria, la tortura, los allanamientos de morada, la destrucción de propiedades, el acoso a los niños y la violación como herramienta de intimidación.

La situación ha empeorado desde el fin del alto el fuego en noviembre de 2020.

La vigilancia de los civiles saharauis por parte de las autoridades marroquíes se ha basado en su mano de obra, sus informantes y la creación de guetos con la población saharaui. Su empobrecimiento forzoso y la dependencia de la «ayuda social» en la mayoría de los casos también contribuyen a una herramienta de manipulación.

Sin embargo, recientes informes que PUSL ha recibido desde diversas ciudades de los territorios ocupados alertan de la introducción de nuevas y más desarrolladas técnicas de vigilancia que son el resultado de años de colaboración israelí con Marruecos, colaboración que ha ido en aumento y que ahora es más «conocida públicamente» pero que siempre ha estado presente.

Los asesores israelíes han sido una constante en el palacio de Mohamed VI, aconsejándole en cuestiones como el control del agua y el mantenimiento de la estructura militar conocida como el «Muro», que ya tiene más de 3.000 km de longitud y mantiene a la población saharaui en una prisión al aire libre.

La industria israelí de la vigilancia es un activo comercial de gran valor, pero hay que probarla antes de llevarla al mercado.

Durante años, estas innovadoras técnicas de vigilancia se han ensayado con palestinos en Gaza y Hebrón, pero ahora también se aplican en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.

«A lo largo de 2020 y 2021, una investigación pionera reveló con todo detalle el uso intensivo que hacen las autoridades israelíes de las tecnologías de vigilancia y predicción para vigilar y controlar a los palestinos. Someter a los palestinos a tal escrutinio por parte de los aparatos de seguridad y militares restringe sus espacios expresivos y los sume en un estado de ansiedad constante.» [https://www.mei.edu/publications/nowhere-hide-impact-israels-digital-surveillance-regime-palestinians]

La vigilancia de los saharauis tiene un único objetivo: controlar las voces, restringir la libertad de expresión y desalentar cualquier encuentro o contacto con el mundo exterior, presentando una imagen irreal de un pueblo complaciente y feliz de estar bajo la ocupación.

La ocupación sin vigilancia no es posible. La vigilancia es una herramienta utilizada a lo largo de la historia, así como los informadores, los traidores y los agentes de los servicios secretos, que son la base de la ocupación.

Las cámaras de vigilancia han ido aumentando en las calles de El Aaiún, Smara, Dajla e incluso en ciudades más pequeñas del Sáhara Occidental. También se está denunciando la presencia casi constante de drones.

Este tipo de vigilancia es también un instrumento de intimidación, aumenta el miedo y los trastornos de ansiedad e impide a la gente realizar sus actividades cotidianas normales.

El hecho de que los saharauis sean objeto de vigilancia al azar, que sus teléfonos sean tomados y clonados en plena calle o en «coches de policía», en lugares remotos o en oficinas de la administración es una violación total del derecho internacional. No se ataca a las personas por ser sospechosas de cometer delitos o planearlos, sino sólo por su identidad y por el hecho de que puedan informar en las redes sociales de lo que está ocurriendo.

Las fuerzas de ocupación recopilan datos de los usuarios con fines de inteligencia, tomando el relevo de empresas comerciales que lo hacen con ánimo de lucro, a través de medios cada vez más invasivos de recogida y análisis de datos.

Los saharauis son víctimas de una monetización rutinaria en los espacios públicos, con cámaras de vídeovigilancia en la calle.

Las autoridades de ocupación marroquíes utilizan actualmente tecnologías de reconocimiento facial. Estas nuevas tecnologías también se utilizan cerca de las escuelas y para controlar los vehículos. El asedio y la invasión de casas siguen teniendo un efecto de trauma psicológico, aunque las nuevas tecnologías hacen que estas operaciones sean redundantes.

Según nuestras fuentes en El Aaiún, la administración de ocupación ha empezado a utilizar cámaras de escáner facial, como ellos dicen «para fotografiar nuestros ojos», con el fin de identificar a los saharauis sin necesidad de documentos de identidad. Esto se hace cuando alguien tiene que «renovar» sus documentos de identidad o tiene cualquier otro contacto con los servicios de la administración pública.

Según el periódico judío Hareetz, «esta innovación nació de una iniciativa de vigilancia que las autoridades israelíes pusieron en marcha en 2020. Cuando las autoridades israelíes se disponían a invadir aún más la intimidad de los palestinos. Esta iniciativa de vigilancia dio origen a «Lobo Azul», una aplicación para teléfonos inteligentes alimentada por una base de datos masiva de información personal de los palestinos. La base de datos de esta aplicación procede de una base más amplia denominada «Wolf Pack», que pretende elaborar un perfil de cada palestino que vive en Cisjordania. Cada perfil contiene fotografías, un historial familiar, un historial educativo y una calificación de seguridad».

No cabe duda de que el gobierno marroquí ya está utilizando diversas herramientas militares y de vigilancia israelíes en el Sáhara Occidental ocupado, un punto de partida perfecto para probar estas técnicas y utilizarlas también en territorio marroquí.

Las Naciones Unidas, la Unión Europea, la OTAN, EE.UU. y otros continúan apoyando a Marruecos, a pesar de las enormes pruebas de crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos cometidos por el régimen monárquico en el pasado y en el presente.

¿Qué tiene que ofrecer este pobre país a los titiriteros del mundo para que sea tan inmune a la ley y pueda cometer crímenes atroces con impunidad?