La reacción de pánico del Majzen ante la cuestión de la descolonización del Sáhara Occidental ha llegado a un nuevo nivel, revelando insultos y provocaciones. Este comportamiento confirma la percepción de Rabat de que se acerca su derrota. El que fuera enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental y ex Secretario de Estado estadounidense, Christopher Ross, rompe su silencio ante los insultos de «diplomáticos» de bajo nivel de Marruecos y los medios sensacionalistas.
En su declaración, Ross menciona a Omar Hilal, representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, quien lo ha calificado repetidamente como el «mejor aliado de Argelia». Estas acusaciones surgen porque Ross, obligado por su neutralidad, abogaba por el respeto al derecho internacional. Ross revela presiones significativas por parte de Marruecos, y con las recientes revelaciones sobre Pegasus, Maroc-gate, BFMTV, entre otros, se sugiere que Marruecos buscó sobornar o chantajear a Ross.
El exenviado también menciona sus reuniones con el difunto presidente Argelino Buteflika, quien abogaba por el respeto al derecho internacional y permitir al pueblo saharaui decidir su destino mediante un referéndum de autodeterminación. Nacer Bourita, jefe de la diplomacia marroquí, muestra desesperación al mencionar la visita de Staffan de Mistura a Sudáfrica, llegando a sugerir que podría viajar incluso a Marte.
