Durante la reciente Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD), celebrada en Japón, Marruecos desató un escándalo diplomático al intentar excluir a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) de la reunión ministerial. Este fracaso ha desencadenado una campaña de propaganda en la prensa marroquí, que pretende presentar una victoria ficticia al asegurar que la RASD será excluida de la próxima cumbre del Foro de Cooperación Sino-Africana (FOCAC), prevista para el 5 y 6 de septiembre de 2024 en Pekín.
Propaganda marroquí y la realidad de la TICAD
El escándalo comenzó cuando la delegación marroquí intentó obstaculizar la participación de la RASD en la TICAD, evento que tuvo lugar los días 24 y 25 de agosto de 2024. Estas maniobras fueron rechazadas, y el derecho de la RASD a participar fue respaldado tanto por la Unión Africana (UA) como por Japón, el país anfitrión. Ante el fracaso de su estrategia diplomática, la prensa marroquí respondió con una campaña de desinformación, asegurando que Marruecos había logrado excluir a la RASD del próximo FOCAC en China.
Sin embargo, esta narrativa carece de fundamento. Según el artículo publicado por varios medios argelinos, es necesario comprender las diferencias entre las asociaciones multilaterales y bilaterales en las relaciones de la UA con otros actores internacionales. En el caso de las asociaciones multilaterales, como la TICAD, la UA tiene un papel protagónico y garantiza que todos sus miembros, incluida la RASD, participen en las reuniones.
Por el contrario, las asociaciones bilaterales, como el FOCAC, son organizadas directamente entre el país anfitrión, en este caso China, y un grupo selecto de países africanos, dependiendo de las relaciones bilaterales. En este tipo de eventos, la UA no juega un papel central, lo que explica que la RASD no haya participado históricamente en las reuniones del FOCAC desde su creación en 2000.
Exposición de las falsedades marroquíes
El análisis de las resoluciones de la UA demuestra que la exclusión de la RASD del FOCAC no constituye un logro diplomático para Marruecos, como han intentado hacer creer sus medios de comunicación. La RASD simplemente no ha sido parte de las cumbres sino-africanas, ya que estas no están organizadas bajo el paraguas de la UA, sino que son encuentros bilaterales entre China y algunos países africanos invitados. Por lo tanto, la supuesta «victoria» de Marruecos carece de validez, dado que la RASD nunca ha estado involucrada en este foro.
A pesar de los esfuerzos marroquíes por desviar la atención del fracaso en la TICAD, los hechos revelan una realidad diferente. Las maniobras de la diplomacia del Makhzen para excluir a la RASD de la escena internacional fracasaron en Tokio, y este hecho ha sido difícil de digerir para la prensa marroquí, que ahora intenta desviar la atención hacia el FOCAC. Sin embargo, la comunidad internacional, y en particular la UA, sigue apoyando la participación inclusiva de la RASD en los eventos multilaterales.
La firmeza de China en la cuestión saharaui
Otro aspecto que Marruecos parece ignorar es la posición firme de China respecto a la descolonización del Sáhara Occidental. China ha mantenido una postura coherente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en sus comunicados oficiales, apoyando el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Durante la visita de Estado del presidente argelino Abdelmadjid Tebboune a China en julio de 2023, ambas naciones reafirmaron su apoyo a una solución duradera y equitativa para la cuestión del Sáhara Occidental, en línea con la legalidad internacional y las resoluciones de la ONU.
Esta postura china contradice las ilusiones propagadas por la prensa marroquí, que intenta presentar a China como un aliado en su disputa con la RASD. La realidad es que China apoya la autodeterminación del pueblo saharaui, lo que refuerza el compromiso internacional con la descolonización de este territorio.
Un fracaso que refuerza la causa saharaui
Lejos de ser una victoria diplomática, los intentos de Marruecos por aislar a la RASD han resultado en un renovado apoyo internacional hacia la causa saharaui. El escándalo en la TICAD y la campaña de desinformación sobre el FOCAC solo han servido para poner de relieve la relevancia continua de la cuestión saharaui en la agenda internacional. Las maniobras del Makhzen, en lugar de debilitar a la RASD, han fortalecido su presencia en los foros multilaterales y han subrayado que la ocupación de los territorios saharauis sigue siendo un tema pendiente que la comunidad internacional no puede ignorar.
La historia reciente demuestra que, aunque Marruecos intenta apagar la llama del reconocimiento saharaui, sus esfuerzos solo logran avivarla aún más. La cuestión saharaui permanece en el centro de las discusiones internacionales, y la ocupación de los territorios saharauis parece estar destinada a finalizar, más temprano que tarde.