Las lluvias torrenciales del 22 y 23 de septiembre han causado daños significativos en viviendas, escuelas y hospitales, obligando a cientos de familias a abandonar sus hogares.
Los días 22 y 23 de septiembre de 2024, la wilaya de Dajla, uno de los principales campamentos de refugiados saharauis, ha sido gravemente afectada por intensas lluvias que han provocado graves inundaciones. Esta situación ha causado daños considerables en las viviendas de varias familias, así como en infraestructuras clave como centros educativos y sanitarios. Hasta el momento, unas 350 familias han tenido que abandonar sus hogares y desplazarse a zonas más seguras en las afueras de los campamentos.
Las autoridades de la wilaya, junto con la Media Luna Roja Saharaui, están trabajando activamente para evaluar el impacto de estas inundaciones y determinar la magnitud de los daños. Se ha informado que no solo Dajla, sino también otros campamentos saharauis, han sufrido las consecuencias de las lluvias durante la semana pasada, registrando daños en casas e instalaciones públicas, lo que ha complicado aún más la situación humanitaria en la región.
Evaluación de la situación y primera respuesta internacional
A primera hora de la mañana de ayer, una delegación compuesta por representantes de las agencias de Naciones Unidas y diversas organizaciones no gubernamentales ha llegado a la wilaya de Dajla para llevar a cabo una evaluación preliminar de la situación. Este primer reconocimiento tiene como objetivo determinar la magnitud exacta de los daños y definir las necesidades más urgentes de las familias afectadas, con el fin de coordinar una respuesta efectiva.
Aunque todavía no se ha completado la evaluación, las autoridades locales y los organismos humanitarios ya están organizando medidas de emergencia para asistir a las personas desplazadas. La Media Luna Roja Saharaui ha hecho un llamamiento urgente a la comunidad internacional, instando a los donantes y organizaciones humanitarias a proporcionar asistencia inmediata. Según fuentes oficiales, se necesitan suministros de primera necesidad como alimentos, agua potable, medicamentos, tiendas de campaña y materiales para reconstruir las infraestructuras dañadas.
Desafíos para la población refugiada
La situación es especialmente crítica para las familias desplazadas, que han tenido que abandonar sus hogares en busca de refugio temporal. Con la llegada del invierno a la vuelta de la esquina, existe el temor de que las condiciones meteorológicas empeoren, lo que podría complicar aún más la vida de estas personas, muchas de las cuales ya enfrentan dificultades extremas debido a las precarias condiciones en las que viven en los campamentos.
Los daños en las instalaciones educativas y sanitarias también son motivo de gran preocupación, ya que muchas familias dependen de estos servicios esenciales. La destrucción de colegios y hospitales no solo pone en riesgo la continuidad de la educación de los niños saharauis, sino que también compromete el acceso a atención médica en un momento en el que las necesidades sanitarias son cada vez más apremiantes.
Un llamado a la solidaridad internacional
Ante esta grave emergencia, las autoridades locales y las organizaciones humanitarias han reiterado su llamado a la solidaridad internacional. La Media Luna Roja Saharaui ha insistido en la necesidad de una respuesta rápida y eficaz para aliviar el sufrimiento de las familias afectadas y evitar una crisis humanitaria mayor en los campamentos de refugiados saharauis.
Es crucial que los donantes internacionales y las organizaciones humanitarias actúen con rapidez para proporcionar la asistencia necesaria y contribuir a la recuperación de las infraestructuras dañadas. Las familias desplazadas y los campamentos en su conjunto necesitan apoyo inmediato para superar esta difícil situación y recuperar la estabilidad lo antes posible.